Un expolicía de Los Ángeles fue sentenciado a 40 años de prisión, luego de ser hallado culpable de matar a un hombre en 2015 mientras estaba fuera de servicio en un bar del sur de California.
Expolicía de Los Ángeles es sentenciado a 40 años de prisión por asesinar en 2015 a un hombre fuera de un bar
El abogado de Henry Solis le pidió al juez que redujera los cargos, argumentando que su cliente era una buena persona con un historial de servicio en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y el Departamento de Policía de Los Ángeles, sin embargo se rechazó su solicitud.

De acuerdo con la Oficina del Fiscal del Distrito del condado de Los Ángeles, Henry Solis se peleó con Salome Rodríguez Jr, de 23 años y luego lo "persiguió a pie y le disparó varias veces" en el centro de Pomona, según una orden de asesinato presentada en el caso.
Tras el asesinato, el hombre de 32 años huyó a México y fue arrestado dos meses después en Ciudad Juárez. Las autoridades federales confirmaron que el padre del expolicía, Víctor Manuel Solís, acompañó a su hijo, lo transportó a la frontera y luego mintió al respecto a los investigadores. Por eso, fue acusado de hacer una declaración falsa, fue declarado culpable por un jurado en junio de 2015 y sentenciado a tres años de libertad condicional y una multa de $1,000.
La madre de Salome, Lidia Rodríguez, dijo a los periodistas fuera de la corte después de la condena de Solís que el veredicto " debería haber sido de primer grado [asesinato], pero estoy bien con segundo grado". Por su parte, el abogado del expolicía, Bradley Brunon, dijo que estaba "decepcionado" por el resultado. Le había pedido al jurado que absolviera a su cliente que, según él: "nunca había tenido problemas un día en su vida".
“Henry Solis es una buena persona. Pasó años sirviendo al país honorablemente [y] habría sido un excelente oficial de paz”, dijo Brunon. “Desafortunadamente, este evento ocurrió y descarriló sus planes. ... Sentimos que la evidencia no justificaba una condena por asesinato, tal vez homicidio involuntario por una teoría de provocación o defensa propia imperfecta".
Durante su juicio, el sentenciado a cadena perpetua afirmó que estaba tratando de arrestar a Rodríguez cuando ocurrió el incidente fatal. Solís testificó que Rodríguez y otro hombre lo agredieron sexualmente dentro del baño del bar. Afirmó que los dos hombres lo sujetaron y revolvieron sus bolsillos antes de penetrarlo con una botella de cerveza.
Sin embargo, los fiscales argumentaron que Solís se enfrentó al hombre equivocado y le confesó a un compañero de cuarto que había matado a alguien.











