En pausa el juicio contra indigente acusado de agresión sexual captada en cámara en Long Beach

Para Rebekah Pedersen es obvio que su presunto agresor sexual, el indigente Miguel Ángel Ávila, tiene problemas de salud mental, pues nadie en su sano juicio actuaría como él. La pausa en el proceso le parece "frustrante".

Video Captado en video: hombre agrede sexualmente a una mujer a plena luz del día

Long Beach - Rebekah Pedersen tendrá que esperar seis meses más para saber si Miguel Ángel Ávila está capacitado mentalmente para enfrentar juicio por la agresión sexual en su contra, captada en cámara, en Long Beach.

Ávila, de 30 años, enfrenta un cargo grave de agresión con la intención de cometer un delito sexual forzado y otro menor, por agresión sexual. El pasado lunes 6, se declaró "no culpable" por los hechos grabados el 20 de octubre, a las 2:15 p.m.

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Ese día, se le ve acercarse a Pedersen, quien caminaba por la acera, frente al Village Market, en la cuadra 140 de la avenida Linden. De repente, la sorprendió levantándole el vestido y en el enfrentamiento, la mujer cayó al suelo. Se raspó las rodillas y su teléfono celular se rompió.

Un hombre que estaba cerca, salió en su auxilio, pero Ávila logró escapar, siendo arrestado poco después, cerca del lugar.

Este martes 14 de noviembre, en una audiencia en la corte de Long Beach, la capacidad mental del acusado para entender el proceso judicial quedó puesta en duda. Recibirá tratamiento y se agendó una audiencia de seguimiento para el 14 de mayo, de 2024.

¿Y las consecuencias? Frustrada la víctima

Para Rebekah Pedersen, la determinación es "realmente frustrante".

Primero, la víctima tuvo que salir públicamente a solicitar al Fiscal de Distrito de Los Ángeles, George Gascón, la revisión de los cargos contra Miguel Ángel Ávila. Ella sintió que fue un intento de violación, pero solo lo acusaron de un cargo menor, de intento de agresión sexual.

En respuesta a su solicitud, el pasado viernes, Gascón informó la nueva acusación grave con Ávila, "a la luz de nuevas pruebas". En ese momento, aseguró que tomaron "acciones firmes para asegurar que quienes cometen delitos sexuales graves enfrenten las consecuencias".

¿Qué consecuencias enfrentaría Miguel Ángel Ávila?

A las afueras del tribunal en Long Beach, Rebekah Pedersen expresó que siente que las autoridades "invierten más tiempo y esfuerzo en ayudar al agresor en vez de enjuiciarlo por lo que me hizo".

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Reiteró que ningún ser humano "en su sano juicio, piensa que puede acercarse a una chica, caminar detrás, levantarle el vestido y mostrarle los genitales. Quiero decir, obvio que no está bien mentalmente, pero no creo que sea una excusa suficiente para sacarlo de prisión... Necesita estar encerrado para siempre”.

El juicio contra Ávila queda en pausa, mientras se busca estabilizar su salud mental. Si el acusado recupera sus capacidades, podría reanudarse el proceso judicial.

En caso de que no muestre mejoría, un juez tendría que evaluar si lo refieren a un hospital psiquiátrico o a un centro de tratamiento. Por regla general, a los acusados de delitos violentos o sexuales, que padecen condiciones de salud mental, no se les concede el beneficio de cumplir condena en casa, bajo vigilancia electrónica.

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