“Aquí no vales nada”: hispano denuncia presunto trato racista de parte de empleado de Autozone

Un cliente hispano que acudió por una refacción a una sucursal de Autozone fue víctima de insultos racistas por parte de un empleado, también hispano que, además, se burló de compañeros de otra sucursal.

César Martínez, un soldador hispano que estaba reparando su camioneta, acudió a una tienda de la cadena Autozone ubicada en la ciudad de Fontana para comprar un empaque para el termostato que le hacía falta.

Inicialmente, acudió a una sucursal en la ciudad de Fontana, pero los empleados le dijeron que no la tenían y lo enviaron a una sucursal en la ciudad de Rialto, donde después de hablar por teléfono con uno de los encargados le aseguraron que sí la tenían.

El cliente se dirigió a la tienda y pidió a los empleados de la sucursal de Rialto que le vendieran la refacción y además encargó unas mangueras.

Sin embargo, uno de los empleados le dijo que no tenían el empaque, a pesar de que en la otra sucursal le habían confirmado que sí lo tenían.

Luego intervino otro empleado identificado como Luis Hernández, quien le dijo que sus compañeros de Fontana “se la pelaban” e hizo señas vulgares con sus manos, haciendo referencia a su parte íntima.

“Yo la tengo más grande que tú”, le dijo Hernández a su cliente.

Después de que Martínez le reclamó, comenzó a insultarlo, lo cual grabó en un video que hizo llegar a Univision Noticias.

¿Qué fue lo que pasó?

Hernández, empleado de la sucursal de Autozone en Rialto, le dijo a Martínez que de otras sucursales le llaman para pedirle piezas y que eso lo estresa.

El cliente le hizo ver que fue a esa sucursal porque previamente le habían asegurado que tenían la pieza que necesitaba.

“Le hablaron delante de mí”, dijo Martínez para evidenciar que le aseguraron que tenían la refacción.

“Me vale v*rgas, me vale”, contestó el empleado de Autozone.

Luego, Hernández comenzó a buscar en el inventario de su computadora la pieza y le preguntó qué tipo de motor tenía su camioneta.

Martínez se equivocó al referirse a su motor y dijo “3.7”, el empleado le preguntó si estaba seguro y luego el cliente corrigió: “3.3, es V6”, dijo.

“Ponte trucha, p*to”, soltó el empleado.

Cuando lo cuestionó Martínez por el modo en que se había referido a él, el empleado volvió a decir “me vale madre, ¿tiene Supercharged o no?”, dijo el empleado cambiando el tema sobre la reclamación del cliente.

“¿Éste, v*rga?”, dijo el empleado mostrándole la pantalla para verificar si era el artículo que pedía.

“Eres un pinche paisa estúpido”

Después de que Martínez confirmó que era la pieza que buscaba, le hizo ver al empleado que era por lo que había ido a la tienda.

El empleado le reprochó por qué lo grababa, a lo que Martínez contestó que lo iba a reportar.

“Eres un pinche paisa estúpido”, dijo el empleado, lo cual quedó grabado.

“¿Yo soy un pinche paisa estúpido?”, le cuestionó Martínez, “y tú, ¿qué eres?”.

“Yo soy otro pinche paisa estúpido”, dijo el empleado y soltó una carcajada, “me vales madre, aquí no vales nada”.

A continuación, Martínez acercó el teléfono al empleado para grabar su nombre inscrito en el gafete, pero él trató de quitárselo y ahí se cortó la grabación.

Lo querían agredir físicamente

Martínez dijo a Univision Noticias que después de reclamar la actitud del empleado, éste trató de agredirlo físicamente, pero que decidió irse de la tienda antes de que el incidente pasara a mayores.

Posteriormente, comenzó una denuncia con el bufete de abogados Sahagún Law, que actualmente lleva el caso.

Martínez indicó que antes de que comenzara a grabar al empleado, éste ya había hecho otros comentarios hostiles, muchos de ellos de tipo sexual.

“Todo lo que me dijo era repetitivo y hacía señas y decía que no podía resolver todo, que eran unos pendejos, que no sabían, que él no era un dios”, dijo Martínez en entrevista con Univision Noticias.

“No se me hace nada correcto ni justo. Yo siento que busqué los medios y la mejor manera para hacerme entender y para solicitar un servicio”, añadió.

Martínez dijo que expuso su queja en la primera tienda en la que lo atendieron y que la encargada le dio toda la razón.

Indicó que mientras se desahoga la demanda, él no sabe qué ha pasado con el empleado grosero que lo atendió.

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