Pelos de gato y cigarros: las pistas que llevaron a la acusada de mandar bombas a Obama y al gobernador de Texas

HOUSTON, Texas. – Julia Ann Poff, de 46 años de edad y residente de un poblado cercano a Houston, fue vinculada al envío de tres paquetes explosivos dirigidos al presidente Barack Obama, al gobernador de Texas, Greg Abbott, y al director de la Administración del Seguro Social, Gwynn Oak, según documentos judiciales

Las bombas, de fabricación casera, fueron enviadas a través del servicio postal nacional en octubre de 2016 y estaban diseñadas para que explotaran cuando la víctima abriera el paquete.

La evidencia presentada en la audiencia de detención muestra que Poff fue acusada por un jurado indagatorio de posesión de artículos nocivos, transporte de explosivos con la intención de matar y herir, fraude al programa de asistencia nutricional suplementaria (SNAP) y falsa declaración de bancarrota.

El investigador del caso testificó que la acusada estaba resentida. “Estaba molesta con Greg Abbott porque cuando fue fiscal general de Texas ella no logró conseguir apoyo económico de parte de su exesposo”, se lee en el documento de la detención.

El gobernador abrió el paquete, pero no explotó. De haber denotado, le podría haber causado quemaduras severas o incluso la muerte. El artefacto fue fabricado empleando una cajetilla de cigarrillos, que contenía pólvora negra y pólvora usada en juegos artificiales. Un sello de la compañía de tabaco estampado en la cajetilla permitió a los investigadores establecer dónde habían sido vendidos los cigarrillos, y resultó ser una tienda cerca a la residencia de la sospechosa. Cuando registraron su casa, encontraron las mismas sustancias explosivas que contenía el artefacto enviado a Abbott.

En el caso de Obama, según el investigador, la mujer solo declaró que “no le gustaba el presidente”. El paquete que le envió, similar al del gobernador, fue detectado por personal de seguridad y detonado de manera controlada. En la estampilla postal del paquete, los investigadores encontraron pelos de gato, que fueron comparados con los de dos gatos propiedad de Poff. Se logró determinar que los pelos hallados eran consistentes con los de una de sus mascotas.

En cuanto a Gwynn Oak, el motivo parece haber sido que Poff solicitó beneficios del seguro social y le fueron negados. En los documentos judiciales no se aclara qué ocurrió con el paquete que la mujer le envió.

Historial delictivo

También se conoció que la detenida hizo solicitudes para asistencia alimentaria con información falsa y presentó solicitudes fraudulentas de bancarrota. “Era una persona que solicitaba beneficios con frecuencia”, se lee el documento judicial.

Durante la investigación en contra de Poff, los detectives tuvieron conocimiento de que la mujer estaba tratando de averiguar quiénes eran los testigos que estaban hablando con el FBI y con el jurado indagatorio. Además, les pidió a sus conocidos no dar declaraciones a los investigadores federales.

Cuando los investigadores contactaron al empleador de la mujer, una firma de abogados, se enteraron que había sido despedida por presuntamente robar dinero de un cliente. El prontuario de Poff también incluye adueñarse de dinero que recolectó para un hombre viudo y su hijo, quienes fueron víctimas del huracán Harvey. “Le dio al hombre las donaciones de ropa que recibió, pero se quedó con el dinero”, según investigadores.

Poff tiene historial de haber sido desalojada de siete residencias por no pagar la renta y en todos los casos dejó las propiedades en mal estado: “Echaba cemento en los desagües, obstruía los sanitarios con papas, encerraba a sus perros en los cuartos por días para que defecaran y orinaran”, se describe en el documento de la detención.

La mujer también tiene varias convicciones por robo y fue sentenciada por un delito de fraude estatal.

Ante la posibilidad de que la acusada pueda escapar, el juez que lleva el caso determinó que permanezca detenida sin fianza hasta que se lleve a cabo su juicio.

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