¿Pueden los republicanos usar la 'opción nuclear' para poner fin al cierre del gobierno?

A falta de avances en las negociaciones con los demócratas para reabrir el gobierno federal, a los republicanos les quedaría la opción de alterar las normas de votación y aprobar el financiamiento con su mayoría en el Senado. Y si decidieran recurrir a esa medida extrema, parece que contarán con el visto bueno de al menos un senador demócrata. Te explicamos de qué se trata la temida 'opción nuclear'.

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El gobierno federal sigue cerrado desde el primero de octubre luego de que republicanos y demócratas en el Congreso no pudieran acordar un plan para su financiamiento parcial. Y por la falta de negociaciones formales en el Capitolio y la Casa Blanca, las perspectivas es que se mantenga e incluso supere el más largo de la historia: los 35 días a fines de 2018 y principios de 2019, durante la primera presidencia de Donald Trump.

Salvo que los republicanos del Senado decidan usar la temida ‘opción nuclear’ que le permitiría a la mayoría aprobar la resolución de continuidad que dejó pendiente la Cámara de Representantes.

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Y para eso cuentan con el respaldo de al menos un demócrata, el senador por Pennsylvania, John Fetterman, quien esta semana dijo que el Senado debería eliminar el llamado ‘filibusterismo’ para aprobar proyectos de financiación del gobierno y evitar que la administración pública tenga que cesar actividades, con las consecuencias para programas destinados al público y para los propios trabajadores federales.

"Deberíamos dificultar el cierre del gobierno, ya sea republicano o demócrata, en el futuro (…) Es una responsabilidad fundamental mantenerlo abierto, y por eso lo apoyo", dijo este martes a los medios Fetterman, quien es uno de los tres demócratas que han votado a favor de refinanciar al gobierno

Actualmente, el Senado necesita 60 votos para aprobar un plan de gastos, algo que ninguno de los dos partidos posee. Los tres votos demócratas que se han unido a la bancada del GOP en las 12 votaciones que se han realizado hasta ahora para avanzar la resolución de continuidad no suman ese mínimo necesario para pasar a la votación final.

Las declaraciones de Fetterman se produjeron un día después de que el representante republicano por Texas, Chip Roy, uno de los más destacados miembros del ala más conservadora de su partido, planteó la posibilidad de usar la "opción nuclear" para poner fin al cierre del gobierno. Otra ha sido Marjorie Taylor Greene.

Republicanos por la 'opción nuclear'

Se le llama 'nuclear' a esta opción porque implica alterar el modo de funcionamiento de un cuerpo que, hasta hace pocos años, se enorgullecía de la solidez de sus tradiciones, algunas de las cuales se cumplen desde hace siglos.

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La necesidad de contar con 60 votos de los 100 que hay en el Senado para cerrar el debate de leyes o propuestas (conocido como ' cloture') y pasar al voto final en el pleno fue concebida como una manera de garantizar que la minoría de turno tiene la posibilidad de evitar el avasallamiento de la mayoría.

Paradójicamente, las normas de funcionamiento del Senado permiten que una mayoría simple cambie las reglas, entre ellas la del 'cloture'.

Hay varios antecedentes de su uso, el más reciente a principios de septiembre, cuando el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, la activó para superar el bloqueo demócrata a candidatos a cargos ejecutivos menores y embajadores.

Para esta coyuntura del cierre del gobierno, Thune ha dicho que no recurrirá al mismo método.

Pero desde 2013 ese recurso se ha venido debilitando, cuando el grupo en control del Senado considera que necesita saltarse las normas para adelantar sus políticas, que siempre consideran que están siendo bloqueadas injustificadamente por la otra parte.

Ese año, los demócratas, encabezados por el entonces líder de la mayoría, Harry Reid, eliminaron la exigencia de los 60 votos para poder aprobar decenas de candidatos a jueces federales del presidente Barack Obama.

Reid justificó la medida argumentando un nivel de “obstrucción sin precedentes, increíble”. En ese momento, Mitch McConnel, a la cabeza de la minoría republicana, aseguró que “le digo a mis amigos al otro lado del espectro, lo van a lamentar. Y lo pueden lamentar más temprano de lo que piensan”.

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En 2017, los republicanos de McConnell, en control de la Cámara Alta, la usaron para aprobar la nominación del primer nominado a magistrado la Corte Suprema de Trump: Neil Gorsuch, a quien los demócratas intentaron bloquear para “cobrarse” la afrenta de no haber aprobado a Merrick Garland, el candidato de Obama para sustituir al fallecido Antonin Scalia.

Dos años después, en 2019, McConnell volvió a activar la 'opción nuclear' para reducir el tiempo de debate sobre nominaciones para cargos en el poder ejecutivo y jueces federales de 30 a 2 horas.

La 'opción nuclear' y la venganza de la minoría

Aunque, por ahora, la 'opción nuclear' no esté siendo considerada oficialmente por el liderazgo republicano para superar el cierre del gobierno federal, cada día que pasa tiene el potencial de hacerlo más atractivo para miembros del Partido Republicano.

Como quedó demostrado desde que en 2013 se rompió con la regla centenaria, la minoría afectada por la decisión ha tenido la oportunidad de 'vengarse' aplicando la opción cuando ha servido a sus intereses.

En el proceso, el intercambio democrático y la esperada búsqueda de consensos dentro del Congreso ha dado paso a la aprobación más expedita de nominados y de leyes, pero con poco apoyo bipartidista, agravando una polarización que termina afectado el funcionamiento del legislativo.

El resultado es la imposición de la voluntad de la mayoría de turno sobre la oposición, que era, precisamente, lo que los creadores de las reglas parlamentarias querían evitar para promover la búsqueda de consensos que reflejaran mejor las necesidades del país, más allá de las parcialidades políticas.

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