Pablo Flores es el soldador que le ha devuelto la esperanza a varios vendedores ambulantes, pues sus manos han sido la herramienta para arreglarles sus carros para que trabajen. Incluso, ya varios han pasado la inspección del Departamento de Salud del Condado de Fresno. Como inmigrante sabe la difícil situación que se vive, pero con su sonrisa está listo para ayudar, “estamos para servirles”.