Una maestra gay alega discriminación pero Texas le da pocas protecciones legales
La ley estatal prohíbe la discriminación laboral según una serie de factores, incluyendo el sexo, la raza, la religión y la discapacidad. Pero no hay protección específica para los empleados LGBTQ. Stacey Bailey le mostró a sus estudiantes una foto junto a su esposa, y el distrito escolar asegura que un padre se quejó.

Stacy Bailey ha estado empleada como maestra de arte en la primaria Charlotte Anderson durante una década, pero desde septiembre no ha estado dando clases.
En lugar de eso, se encuentra en el limbo: no fue despedida — su contrato con el distrito incluso ha sido renovado — pero no está enseñando en las aulas.
Mansfield ISD, en el norte de Texas, puso a Bailey de licencia administrativa pagada al inicio de este año escolar, tras las quejas de un padre de que ella estaba "promoviendo la 'agenda homosexual'" al mostrarles a sus alumnos una foto de ella y quien ahora es su esposa, Julie Vázquez, además de mencionar que el artista Jasper Johns tenía un compañero, el también artista Robert Rauschenberg, alega Bailey en una demanda federal presentada a principios de este mes.
Stacy, quien ha sido en dos ocasiones reconocida como maestra del año, alega que el distrito violó la Constitución de Estados Unidos y la Constitución de Texas al tratarla de manera diferente de la que habría tratado a un maestro heterosexual.
La historia de Bailey ha provocado la indignación de la comunidad LGBTQ del estado y la decepción de muchas de las familias de sus estudiantes, quienes la elogian por su conocimiento y pasión. Su caso también ha expuesto lo que los defensores llaman grandes lagunas en las leyes estatales contra la discriminación laboral, las cuales no protegen explícitamente a los empleados LGBTQ.
La ley de Texas prohíbe la discriminación laboral según una serie de factores, incluyendo el sexo, la raza, la religión y la discapacidad. Pero no hay protección específica para los empleados gays, lesbianas o transgénero.
"Texas no protege muy bien a sus trabajadores en general, y no protege a las personas LGBT en particular", dijo Jason Smith, el abogado de Fort Worth que representa a Bailey. "Ojalá el caso de Stacy Bailey les envíe el mensaje a los distritos escolares en todo Texas de que la Constitución no les permite discriminar por la orientación sexual".
Algunos tribunales de todo el país han dictaminado que las prohibiciones de la discriminación sexual también prohíben la discriminación según la orientación sexual, pero no existe una decisión judicial de Texas sobre el asunto, según Paul Castillo, abogado de Lambda Legal, una firma de defensa de los derechos LGBTQ. Y, de cualquier modo, dijo Chuck Smith, director ejecutivo de Equality Texas, "nos gustaría no tener que confiar en la interpretación judicial, sino convertir esto en estatuto".
La escasez de protecciones a nivel de Texas ha obligado a Bailey a recurrir a la corte federal, donde alega que Mansfield ISD violó las cláusulas de protección equitativa de las constituciones estatal y federal. Pero recurrir al sistema federal es más caro y casi seguramente requerirá de más tiempo, dijo Jason Smith.
"Sería mucho mejor enmendar explícitamente el Código Laboral de Texas para añadir la orientación sexual, y la identidad y expresión de género a una lista preexistente de características personales que ya constituyen discriminación laboral", dijo Chuck Smith. "Sabemos que existe la discriminación, y deben existir las protecciones como una cuestión de derecho con el propósito de brindar el mismo nivel de recurso para la discriminación [contra las personas LGBTQ] que está disponible para otras características. En última instancia, se trata del tratamiento igualitario".
Veintidós estados tienen algún tipo de protección laboral para los trabajadores LGBTQ, dijo Chuck Smith. El Representante Estatal Eric Johnson, demócrata de Dallas, ha presentado esa medida en cada sesión en Texas desde 2011; en el año 2017, el proyecto de ley pasó por un comité de la Cámara, pero nunca se sometió a votación en la cámara completa.
Los opositores le dijeron al comité en una audiencia pública que el proyecto de ley crearía una clasificación especial para las personas LGBTQ e impondría nuevas restricciones a las empresas. Johnson dijo que piensa plantear el tema nuevamente en la próxima sesión.
"Los tejanos LGBTQ ya han esperado demasiado", dijo Johnson. "Si Texas tuviera una política de no discriminación laboral en todo el estado, [Bailey] habría tenido una protección clara bajo la ley estatal".
El proyecto de ley de Johnson, si hubiera tenido éxito, le habría dado a Bailey una opción más local para proseguir su caso contra el distrito. Incluso, desde el principio, pudo haber evitado que se le pusiera de licencia, dijeron los defensores.
"Las protecciones estatales envían un mensaje tanto a las empresas privadas como a las entidades públicas de que la discriminación está expresamente prohibida. Habría quedado claro", dijo Castillo, el abogado de Lambda Legal. "Y podría haber decidido el resultado".
Y, según Jason Smith, una ley estatal le habría dado a Bailey una capacidad legal mucho más amplia para obtener daños monetarios por salarios y beneficios perdidos y angustia mental.
La ley actual le permite a Bailey recuperar esos daños según la Constitución estadounidense. Pero según la Constitución de Texas, ella no puede recuperar dinero, dijo su abogado. Si ella pudiera presentar una demanda bajo la ley del estado de Texas — por ejemplo, en la forma en que lo hacen los empleados discriminados por sexo o religión — podría tener una mejor oportunidad de recuperar esos fondos.
Aun así, de cierta forma, Bailey tiene suerte: la ley de Texas deja pocas opciones para los maestros como ella, pero hay incluso menos opciones para los trabajadores que no son empleados de entidades gubernamentales como los distritos escolares públicos.
La demanda de Bailey — la cual impugna a la escuela basándose en una protección constitucional que impide que el gobierno trate a diferentes grupos de personas de forma diferente — no habría sido posible si ella hubiera sido empleada de una escuela privada, dijeron los defensores.
Si ese hubiese sido el caso, "no creo que hubiera tenido la misma posibilidad. No estoy seguro de que hubiera tenido alguna posibilidad", dijo Smith.
Algunos de los centros liberales del estado como Austin, Fort Worth y Dallas tienen ordenanzas locales contra la discriminación que protegen a las personas LGBTQ. Y varios distritos escolares, muchos en esas mismas áreas geográficas, tienen las mismas protecciones; de hecho, Bailey presionó a Mansfield ISD para añadir protecciones LGBTQ a su política antidiscriminatoria. Pero ninguna de ellas es tan poderosa como una ley estatal, dijeron los defensores.
"La ley estatal ya protege a los trabajadores de la discriminación por cosas como la religión", dijo Johnson. "Si no se puede despedir a alguien por ser creyente, entonces no se puede despedir a alguien por amar a una persona o por cómo se identifica".








