Dallas, Texas. - “Mira, nada”, repetía una y otra vez Jorge Rivera, mientras encendía los interruptores de electricidad de su apartamento y su cocina eléctrica.

Nos confesó que no le quedó más remedio que bañarse con agua helada, pues la caliente brilla por su ausencia.

El vive en los apartamentos “The Colony”, en el 3321 Coker St, en Irving, donde habían estado unas 24 horas sin luz hasta anoche mientras la temperatura se sentía a menos 15 grados Fahrenheit.

De lunes a martes iban por el mismo camino.

“Con unas almohadas, con cobijas, bien tapados, porque está duro la situación”, así nos dijo como su familia y el estaban sobreviviendo. Otros residentes de la tercera edad estaban buscando a donde pues aseguraron que no podían pasar una noche más así.

En el mismo complejo nos encontramos con Miguel Ferruchi, llegando con dos bolsas de supermercado. “Con la ropa que me está viendo ahora estoy adentro del apartamento, pero igual el frío es agobiante”, dijo.

Tienen niños y han hecho milagro para comer, pues su cocina es eléctrica y no la pueden usar.

Rivera y Miguel fueron varios de los que forzadamente salieron a comprar comida.

Otros aguantaron el frío y cocinaron afuera, frente a la piscina congelada, en sus parrilleras, porque salir a comprar comida no era fácil.

Los autos estaban enterados en la nieve, no los podían sacar; los caminos que recorrimos seguían congelados; y los carros patinaban en el hielo y la nieve que el sol no pudo derretir.

Casi todo estuvo paralizado. Muchos negocios cerrados también por la falta de electricidad.

Oncor no se da abasto con la demanda del servicio en esta situación climatológica sin precedente. Pero la falla de los equipos de generación de electricidad es quizá la causa más grande. Las temperaturas gélidas los congelaron.

Ferruchi nos dijo que no fue sino hasta las 2 de la tarde cuando encontró un lugar abierto y pudo comprar desayuno.

Las empresas generadoras de electricidad no han parado de decir por medio de Twitter que están trabajando contra reloj.

Ya comenzaron a restaurar de manera temporal el servicio eléctrico a muchos clientes residenciales, su prioridad en estos momentos, pero aún muchos están a oscuras.

Empresas eléctricas de otros estados como Florida llegaron al Metroplex para ayudar. Pero Rivera cree que no es suficiente.

“Es duro. Yo creo que esas compañías deben ponerse la mano en la conciencia, tratar de mejorar su servicio para el pueblo, porque hay seres humanos que se pueden morir”, dijo.

Eso quizá deba ser otra discusión de emergencia a considerar por el congreso en Austin.

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