JIQUILISCO, El Salvador. El ataúd de Norlan Guzmán Fuentes, de 37 años, avanzó lentamente por las calles de tierra de la comunidad Romero, en Jiquilisco, del departamento de Usulután, al sur del El Salvador.
Despiden en El Salvador al migrante muerto en el ataque a ICE en Dallas
Norlan Guzmán Fuentes, migrante salvadoreño de 37 años, fue una de las víctimas del ataque armado en una sede de ICE en Dallas. Su familia en Jiquilisco lo despidió entre lágrimas y reclamos de justicia, recordando al hijo que se fue con sueños y volvió en un ataúd.

Detrás iban su madre, sus hermanos y vecinos con flores y pancartas que decían “Justicia para Norlan”.
Era el regreso que nadie quería: el del migrante que partió hace veinte años buscando una vida mejor y volvió dentro de un ataúd.
“ Él tenía 16 años cuando se fue con la ilusión de trabajar y hacer algo aquí. Siempre fue un hermano trabajador”, contó Will Guzmán, su hermano.
“Esperábamos recibirlo de otra forma, no así”, añadió Digna Fuentes, su sobrina.
La familia recuerda a Norlan como un hombre sencillo, disciplinado, que cada mes enviaba dinero desde Estados Unidos para sostener a los suyos.
“Él quería beberse una sopita de gallina, eso decía. Yo se la iba a preparar, pero no se le concedió”, dijo entre lágrimas María Fuentes, su madre.
Qué ocurrió en Dallas
La tragedia que cambió la historia de la familia Guzmán ocurrió el 24 de septiembre, en la sede de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el 8101 N. Stemmons Freeway, Dallas
Esa mañana, una persona disparó desde el techo de un edificio vecino contra una camioneta que transportaba migrantes detenidos, según la investigación del FBI.
Entre ellos estaba Norlan, quien se encontraba bajo custodia de ICE por ingreso irregular al país.
Las balas atravesaron el vehículo, Norlan murió en el lugar, otros dos migrantes resultaron heridos.
El sospechoso, identificado por las autoridades federales como Joshua Jahn, de 29 años, fue hallado muerto poco después por una herida autoinfligida, indica el reporte oficial.
Las autoridades federales lo investigan como un ataque dirigido contra ICE, aunque el motivo exacto aún no ha sido determinado.
Las otras víctimas
Una semana después del ataque, el 30 de septiembre, murió el segundo herido grave: Miguel Ángel García Hernández, un migrante mexicano de 32 años, padre de cuatro hijos.
El tercer detenido herido, José Andrés Bordones, sobrevivió y sigue tras las rejas.
El tiroteo, según reportes federales, duró menos de dos minutos, pero dejó una marca que resonó: dos migrantes muertos mientras estaban bajo resguardo del gobierno estadounidense.
Quién era Norlan
Norlan había migrado siendo adolescente, buscando trabajo y una vida estable.
Vivió en Texas, donde se ganaba la vida como jardinero, oficio del que se sentía orgulloso, según su familia.
“Aquí en Romero era bien portado, jugaba fútbol, iba a la escuela, luego se fue para Estados Unidos”, relató su amigo René Alvarenga.
Su hermano Will contó que fue deportado hace tres meses desde Dallas, y que muchos de sus amigos indocumentados hoy viven con miedo.
“Tengo amigos que ya piensan regresar p orque migración anda buscándolos. Se están escondiendo”, dijo.
La búsqueda de justicia
La familia Guzmán exige una investigación clara y pública.
Quieren saber por qué se permitió que un atacante abriera fuego tan cerca de un recinto federal y cómo fue que la vida de Norlan se apagó en un sitio que debía garantizar custodia y seguridad.
“Esto no es justo, hay muchas familias que sufren lo mismo”, reclamó Digna Guzmán, hermana de la víctima.
“Que la ley siga investigando, que no se quede como si nada pasó”, agregó su tío Raúl Velásquez.
El caso sigue bajo investigación del FBI, que ha pedido tiempo para completar el análisis balístico y revisar la seguridad en instalaciones federales.
Hasta ahora no se ha emitido un informe final sobre las fallas o el posible móvil del ataque.
Un sueño truncado
Su historia resume la de miles de migrantes que cruzan fronteras con la esperanza de trabajar y enviar dinero a casa.
Su madre lo despidió con un gesto de fe: colocó sobre el ataúd una foto suya, joven, sonriente, y una flor blanca.
“Dijo que un día volvería. Y sí volvió”, comentó.
Si necesitas ayuda
Familias que atraviesan procesos migratorios o situaciones de violencia pueden comunicarse con:
- FBI: canal de información pública para testigos o personas con datos del caso.
- Organizaciones locales de apoyo a migrantes, como RAICES y Catholic Charities, que brindan acompañamiento gratuito.
Si te encuentras en una situación de emergencia y necesitas ayuda inmediata, llama al 911.
















