Restituyen $3.5 millones a familia de adolescente que murió por disparos de un policía en 2011

Un jurado de Chicago falló a favor de la familia de Niko Husband, de 19 años, quien murió tras ser baleado por un policía, pero en un controversial giro del caso una jueza le dio la razón al agente por un tecnicismo legal. Siete años después, la corte de apelaciones decidió regresar el dinero a los deudos.

El policía de Chicago, Marco Proano, sale de un edificio federal en Chicago, el 28 de agosto de 2017. Proano disparó al interior de un auto lleno de adolescentes e hirió a dos de ellos en diciembre de 2013. (Terrence Antonio James/Chicago Tribune via AP)
El policía de Chicago, Marco Proano, sale de un edificio federal en Chicago, el 28 de agosto de 2017. Proano disparó al interior de un auto lleno de adolescentes e hirió a dos de ellos en diciembre de 2013. (Terrence Antonio James/Chicago Tribune via AP)
Imagen The Associated Press

CHICAGO, Illinois. En una decisión unánime, el Tribunal de Apelaciones de Illinois restableció la decisión de un jurado del Condado de Cook de otorgarle 3.5 millones de dólares de indemnización a la familia de Niko Husband, de 19 años, quien murió a manos de Marco Proano, policía de Chicago, en 2011.

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El tribunal dictaminó el martes que la jueza Elizabeth Budzinski se equivocó al revertir el veredicto, registrado ese año, basándose en un tecnicismo, y fallando a favor de la ciudad de Chicago y del oficial.

En 2011, Proano hirió mortalmente a Husband durante un forcejeo fuera de una fiesta al sur de Chicago. El policía y otros oficiales habían respondido a un reporte de que había una persona con un arma en un baile.

De acuerdo con el Chicago Tribune, la defensa del agente alegó que el adolescente afroamericano había sacado la pistola y había apuntado al compañero del oficial, como el táser no fue suficiente para controlarlo, Proano le disparó en tres ocasiones en el pecho.

Según el Tribune, los primeros dos disparos se produjeron a dos pies de distancia y el tercero fue una herida de “contacto”, que indicaba que se dio directamente contra la piel. La trayectoria de la bala sugirió que Husband ya estaba en el suelo cuando Proano le disparó.

Tras el incidente, el policía recibió un reconocimiento por su valor. Sin embargo más tarde ese año, en una demanda por homicidio culposo contra el policía, un jurado del condado de Cook determinó que, aunque el oficial creía que existía una duda razonable de que su vida estaba en peligro, el tiroteo no estaba justificado. Y el jurado fallo a favor de la familia de Husband y les otorgó la indemnización.

Un "interrogario especial"


No obstante, horas más tarde, la jueza Budzinski revocó la decisión al encontrar que los jurados contestaron una sola pregunta escrita, lo que se conoce como un “interrogatorio especial”. Este proceso es cuando se le plantea al jurado preguntas para identificar las razones o fundamentos de su veredicto, lo que echó por tierra el dictamen del jurado.

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Ayer, siete años después, la corte de apelaciones le dio la razón a la familia e invalidó la decisión de Budzinki.

“Nada puede devolverles a Niko, pero al menos hay alguna reivindicación para su hijo y algún elemento para sentir que su historia y sus voces han sido escuchadas", dijo Donald Shapiro, abogado de la familia a CBS Chicago.

Las autoridades de la ciudad no han hecho comentarios al respecto.

Esta no era la primera vez que Proano se ve envuelto en un caso controversial. En diciembre de 2013, el agente disparó 16 veces, en menos de nueve segundos, contra un vehículo en el que viajaban seis adolescentes y dos de ellos resultaron heridos.

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De acuerdo con las autoridades, la acción del agente violó las políticas de la policía que prohíben a los oficiales disparar a un automóvil en movimiento, a menos de que sea necesario para prevenir la muerte o el daño de un oficial u otra persona y fue encontrado culpable de dos violaciones de derechos civiles.

En noviembre de 2017, el oficial fue declarado culpable de usar fuerza excesiva y sentenciado a cinco años de prisión. De acuerdo con el Sun Times, el Buró Federal de Prisiones muestra que Proano está asignado a una cárcel de baja seguridad al oeste de Pensilvania.