Ana María Quispe
Díaz viajó desde Perú hasta Chicago buscando más contacto con el papa León XIV para que “se preocupe por los niños” víctimas de agresión sexual. Quispe afirma que fue abusada por parte de dos sacerdotes católicos de la Arquidiócesis de Chiclayo cuando era niña y al denunciarlo con el entonces obispo Robert Prevost, actual sumo pontífice, él “no investigó”.