"Necesitamos un plan, no una amenaza; necesitamos trabajos, no cárceles", le responde el reverendo Jesse Jackson a Trump

CHICAGO, Illinois. Donald Trump amenazó el martes con enviar ayuda federal a Chicago si la ciudad no es capaz de controlar la 'carnicería' de asesinatos que vive actualmente.

"Si Chicago no arregla la horrible 'carnicería' que está pasando, 228 tiroteos con 42 muertos (24 % más que en 2016), mandaré a los federales", dijo Trump en un mensaje en su cuenta de twitter publicado ayer por la noche.

Aunque el presidente no definió si quería enviar más agentes del FBI, la ATF, la DEA o la Guardia Nacional, las reacciones en redes sociales de activistas y políticos no se hicieron esperar.

El reverendo Jesse Jackson compartió un mensaje que decía: "Necesitamos un plan, no una amenaza, necesitamos trabajos, no cárceles".

Mientras que el sacerdote y activista Michael Pfleger compartió un mensaje en Facebook en el que expresaba que: “Donald Trump tuiteó que si Chicago no detiene la aumento de la violencia, él enviará a los federales. Si los recursos federales no pueden esperar… mándelos ahora. Si él está hablando de tropas federales, detención y cacheo, policía militarizada creo que eso es un No Absoluto. Chicago, todo Chicago, oficiales electos, policía, hombres de negocios, iglesias y comunidad…. O paramos esto o esperamos soldados en nuestras calles”.

Por su parte, el congresista Luis Gutiérrez compartió que: “La epidemia de asesinato de Chicago es más grave que una amenaza de Twitter del nuevo Tweeter in Chief”.

Hasta el momento, el alcalde Rahm Emanuel no ha mandado un mensaje directo relacionado con el tuit del presidente Trump, pero en una entrevista con el programa Chicago Tonight comentó que el gobierno federal puede hacer más ayudando con el control de armas, persiguiendo esos casos y dando más recursos para tener más policías, entre otros.

“Al paso de los años, el gobierno federal retrocedió en sus recursos…”, dijo Emanuel al medio. “El gobierno federal puede ser un aliado y para ser franco, no lo ha sido por décadas”.

Por su parte, Eddie Johnson, superintendente de policía de Chicago, comentó al respecto que: “El departamento de policía de Chicago está más que dispuesto a trabajar con el gobierno federal en la construcción de alianzas con DOJ, FBI, DEA y el ATF y aumentar las tasas de procesamientos por crímenes relacionados con armas en Chicago”.

Violento inicio del año
La Ciudad de los Vientos ha tenido un sangriento inicio del año. La ola de violencia que caracterizó a Chicago el año pasado parece no parar, y desde el primero de enero del 2017 hasta ahora, se han registrado más tiroteos y asesinatos que en el mismo periodo de enero del 2016.

A pocos días de que termine el mes, 228 personas han resultado heridas en tiroteos, lo que representa un incremento del 5.5 por ciento con respecto al año pasado.

También se han registrado al menos 42 asesinatos contra 34 de los registrados en el mismo periodo del año anterior, lo que representa un incremento de 23.5 por ciento.

Enero del 2016 cerró con 50 homicidios, el número más alto que ha registrado la ciudad en el primer mes del año en los últimos 16 años y a juzgar por las cifras, el primer mes de este año podría superarlo de seguir así la tendencia.

La tasa de homicidios en Chicago, 762 homicidios en el 2016, fue la más alta del país el año pasado y superó en número de asesinatos a Nueva York y Los Ángeles combinados.

La relación de Trump con Chicago
No es la primera vez que el presidente manda mensajes en redes sociales haciendo alusión al combate de la violencia en Chicago.

El pasado 2 de enero compartió un mensaje en Twitter que decía: “Si el alcalde no puede hacerlo, él debe pedir ayuda federal”.

También durante su campaña a la presidencia, Trump dijo que se había reunido con un policía de alto rango en Chicago, quien le dijo que podría resolver el tema de la violencia en la ciudad en una semana, sin embargo la Policía de Chicago comentó que no tenían conocimiento de que algún miembro de la policía se hubiera reunido con el entonces candidato y la campaña de Trump se negó a identificar al agente.

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