CHICAGO, Illinois. La activista de origen mexicano, Nadia Sol Ireri Unzueta Carrasco, celebró este fin de semana la decisión de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de Estados Unidos de renovarle su permiso DACA, que le habían negado a comienzos de este año.
Inmigración revierte decisión y renueva DACA a activista de Chicago
Ireri Unzueta fue detenida varias veces durante actos de desobediencia civil y según USCIS, esta situación planteaba "preocupaciones sobre seguridad pública" que no permitían renovarle la protección de DACA.

"Estoy muy contenta porque ahora podré dedicarme a otros temas más importantes", dijo la activista a la agencia Efe, al confirmar que recibió una carta esta semana donde se le informa que su estatus temporal será renovado.
Unzueta, quien vive en Chicago desde los seis años, se ha destacado como organizadora de grupos de inmigrantes indocumentados, por lo que fue detenida varias veces entre 2010 y 2013 durante actos de desobediencia civil.
Inmigración le notificó en un correo a su abogada Moni Ruiz que le habían negado DACA a Unzueta por representar una amenaza para la seguridad pública con sus arrestos y por comportamiento errático en los actos de desobediencia civil en los que había participado.
Estas detenciones, según USCIS, planteaban "preocupaciones sobre seguridad pública" que no permitían renovarle la protección del programa de Acción Diferida.
La abogada Ruiz Velazco enfatizó en su momento que bajo las reglas de DACA, una persona que no ha sido encontrada culpable de dos delitos menores o más, no debería tener problemas con inmigración, aún si esa persona ha sido arrestada, como era el caso de Ireri.
Ireri fue arrestada cuatro veces, pero nunca fue encontrada culpable de ningún delito.
Con la ayuda de abogados del Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes (NIJC), Unzueta demandó en mayo pasado a Inmigración por considerar que su caso no tenía precedentes a nivel nacional, y logró revertir la decisión.
"Mi caso es un ejemplo de cómo Inmigración puede usar su discreción de manera positiva", dijo la activista de 29 años, que trabaja como maestra de jardinería y temas ambientales en escuelas públicas de la ciudad.
Unzueta dijo que continuará trabajando por los indocumentados, convencida de que esta victoria “nos enseña que la comunidad organizada puede defenderse contra instituciones gubernamentales poderosas".
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