CHIGAGO, Illinois.- El reciente caso del alguacil Sean Grayson, acusado del asesinato de Sonya Massey en la ciudad de Springfield, desató una serie de cuestionamientos sobre los procedimientos de contratación y los estándares de la policía.
Oscuro historial: ¿Cómo pasó los filtros de contratación el alguacil que mató a Sonya Massey?
La grabación del incidente muestra al alguacil Sean Grayson manejando la situación de manera agresiva y desproporcionada, resultando en la muerte de Sonya Massey el pasado 6 de julio.

Grayson, quien fue despedido raíz del incidente, enfrenta cargos graves que incluyen asesinato en primer grado, agresión agravada con un arma de fuego y conducta oficial indebida.
Este caso, que ha conmocionado a la comunidad local, pone en el centro del debate las políticas de contratación de la policía y el proceso de certificación de oficiales, debido al historial problemático del oficial.
Sean Grayson, de 30 años, comenzó su carrera en la aplicación de la ley con un historial de empleo inestable y condenas por conducción en estado de ebriedad (DUI).
Antes de ser contratado por el Departamento del Sheriff del Condado de Sangamon en mayo de 2023, Grayson había acumulado dos condenas por DUI en menos de un año, lo que resultó en su expulsión del Ejército en 2016. En ambas ocasiones, Grayson fue sorprendido con un arma en su vehículo.
Además de las condenas por DUI, tenía antecedentes de empleo inconstante, con seis trabajos en cuatro años, de los cuales tres eran a tiempo parcial.
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Expertos critican el rigor de los procesos de contratación de la oficina del Sheriff
Varios expertos en justicia penal criticaron la contratación de Grayson, de acuerdo con la AP. Chuck Wexler, director ejecutivo del Police Executive Research Forum, señala que el historial de Grayson debería haber sido motivo suficiente para un examen más riguroso.
Kalfani Ture, exoficial de policía y profesor asistente en la Universidad Widener, también expresó su preocupación, describiendo la conducta de Grayson como una muestra de indiferencia hacia la vida humana y sugiriendo que el incidente no es una anomalía, sino un reflejo de un perfil problemático.
Sonya Massey, una mujer afroamericana de 36 años, llamó al 911 el pasado 6 de julio para reportar un posible merodeador en su casa en Springfield. Grayson, junto con otro oficial, respondió al llamado, pero la grabación del incidente muestra a Massey, quien había sufrido problemas de salud mental, actuando de manera confundida y temerosa al interactuar con los oficiales.
En lugar de manejar la situación con calma y de manera profesional, Grayson se mostró exigente. La grabación muestra cómo Grayson se enfureció y, sin justificación aparente, disparó contra Massey, causando su muerte.
Los detalles de la grabación han causado conmoción y horror en la comunidad, llevando a muchos a cuestionar la formación y la capacidad de Grayson para desempeñar su papel como oficial de policía.
La comunidad de Springfield y la familia de Sonya Massey han exigido justicia y una revisión exhaustiva del caso. James Wilburn, padre de Massey, pidió la dimisión del Sheriff del Condado de Sangamon, Jack Campbell, aunque éste ha indicado que no tiene intención de dimitir.
La polémica se intensificó al revelarse que, a pesar de sus antecedentes de DUI, Grayson pasó una serie de evaluaciones, incluyendo una prueba de drogas, una verificación de antecedentes penales, una evaluación psicológica y un curso de 16 semanas en la academia de policía, poniendo en tela de juicio el rigor de los procesos de selección y la eficacia de las medidas de control para evitar la contratación de individuos inapropiados.
Con información de AP












