“Es un milagro”: niña de 7 años baleada en Halloween regresa a casa

La pequeña Giselle, quien resultó herida tras un tiroteo en el vecindario de La Villita, ya está en su hogar esperando a que le quiten la última sonda que tiene en el estómago. Su familia agradece a la comunidad por el apoyo y espera marcar un precedente contra el uso de armas en Chicago.

Video “Es un milagro”: niña de 7 años baleada en Halloween regresa a casa para seguir con su recuperación

CHICAGO, Illinois. –  Una niña de 7 años había sido baleada durante la tarde del 31 de octubre, cuando niños y familias salían a pedir dulces durante Halloween. Un joven, abrió fuego e hirió a dos personas, dejando en condición crítica a la pequeña Giselle.

Luego de dos semanas de estar hospitalizada, la familia de Giselle Zamago está muy agradecida con el apoyo de la comunidad, y la pequeña ya está casa con ganas de volver a la escuela.

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Solamente hay una palabra para describir la historia de Gisselle: "un milagro".

Un milagro por el que muchas personas han estado orando desde el momento en el que se enteraron que una pequeña de tan solo 7 años había recibido dos disparos mientras pedía dulces durante la noche de Halloween en la calle 26 en La Villita.

Delgina Lagunas, madre de la pequeña de 7 años, dijo: "Quiero dar las gracias a toda la gente por sus oraciones y gracias porque mi hija está aquí. No tengo palabras para agradecer por su ayuda, su apoyo, sus oraciones han ayudado mucho".

La recuperación de Gisselle va muy bien, ya solo falta removerle algunas sondas. Su madre desde el primer momento se mantuvo positiva a pesar de la gravedad de sus heridas.

"Sí hay un dios muy grande. Y ella tiene un ángel muy grande y siempre se lo dije desde que llegué y la vi en el hospital, que íbamos a estar juntas", dijo Lagunas.

Gisselle ha sido muy fuerte, ha pasado por mucho durante los últimos 18 días.

Ya está con su familia. "Nos ha cambiado mucho la vida con todos estos días, estos momentos", comentó Lagunas.

Tratando de asimilar lo que ha vivido y de entender cómo lamentable algo tan normal como salir a pedir dulces pudo terminar así "pues cuando uno sale no se imagina nada de eso", agregó Lagunas.


Ahora su familia espera que se haga justicia y que el caso de Gisselle siente un precedente en contra de la violencia con armas de fuego en La Villita.

El joven de 15 años acusado por la balacera en la que la pequeña Giselle y un hombre de 31 años resultaron heridos, permanece en un centro de detención juvenil y deberá presentarse de nuevo a corte el próximo 26 de noviembre.

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