Eddie Johnson, superintendente de la policía de Chicago, aclara su estado de salud

Johnson informó en conferencia de prensa que el desvanecimiento que sufrió esta mañana tuvo que ver con un medicamento que tomó con el estómago vacío. Sin embargo, el jefe de la policía reveló que está a la espera de un trasplante de riñón.

Video El superintendente de la policía de Chicago estuvo a punto de desmayarse en una rueda de prensa

Chicago, Illinois. Eddie Johnson, superintendente de la policía de Chicago aclaró su estado de salud tras sufrir un desvanecimiento esta mañana.

“No requiero diálisis y tampoco tengo diabetes”, dijo Johnson, de 56 años, aclarando rumores tras marearse en una conferencia de prensa hoy más temprano.

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"Tomé medicamentos para la presión arterial con el estómago vacío, algo que no debes hacer", dijo Johnson sobre lo que sucedió y por lo que tuvo que ser atendido en el hospital Advocate Christ. "Como resultado, me mareé".

Sin embargo, Johnson reveló una información desconocida hasta este momento y es que está en lista de espera por un trasplante de riñón.

El jefe de la policía informó que por el momento su operación no está programada hasta que no tenga un donante, y que sus médicos le han dicho que, cuando se realice la operación, podría estar fuera del trabajo entre tres a cinco semanas.

Durante la conferencia de prensa, Johnson dio otros detalles sobre su estado de salud e informó que en noviembre pasado fue al hospital por un aumento en sus niveles de potasio.

Anthony Guglielmi, vocero de la policía de Chicago confirmó al Chicago Sun Times, que el desvanecimiento de esta mañana no tiene nada que ver con el padecimiento en el riñón que tiene Johnson sino con una medicina para la presión.

"Ha estado manejando un problema de riñón durante 32 años", agregó Guglielmi al medio. "Lo ha estado manejando con éxito sin ningún impacto en su capacidad de llevar una vida normal".

En marzo del año pasado, Rahm Emmanuel seleccionó a Johnson para el puesto de superintendente después de que Garry McCarthy fue separado del cargo tras la investigación del tiroteo de Laquan McDonald.

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La actuación de la policía de Chicago acaparó titulares esta semana tras un tuit del presidente Donald Trump en el que amenazaba con enviar ayuda federal a Chicago si el ayuntamiento y la policía no eran capaces de controlar la 'carnicería' de asesinatos que vive la Ciudad de los Vientos actualmente.

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