CHICAGO, Illinois. Un policía de Chicago fue condenado a cinco años de cárcel por usar fuerza excesiva y balear a dos adolescentes en un tiroteo ocurrido hace cuatro años.
Cinco años de prisión para policía de Chicago que usó fuerza excesiva en tiroteo contra adolescentes
En diciembre de 2013, el policía disparó 16 veces en nueve segundos contra un vehículo que había sido reportado como robado y en el que viajaban seis adolescentes negros.

El 22 de diciembre de 2013, el oficial Marco Proano, de 42 años de edad, disparó 16 veces en nueve segundos contra un vehículo Toyota Avalon que había sido reportado como robado y en el que viajaban seis adolescentes negros.
En el reporte policial sobre el incidente se estipuló que el conductor del vehículo intentó salir por una ventana del auto, pero uno de los pasajeros saltó del asiento trasero, tomó el volante y manejó en reversa. Fue entonces cuando Proano abrió fuego.
Un video muestra al oficial disparándole al vehículo, que se distancia antes de chocar contra un poste.
El agente alegó que lo hizo para proteger al conductor que colgaba de la ventana del coche. Sin embargo, Gary Feinerman, juez del caso rechazó el argumento y consideró que al momento del tiroteo Proano, “no era un oficial de policía… él era la fuente del caos y violencia”.
De acuerdo con las autoridades, la acción del agente violó las políticas de la policía que prohíben a los oficiales disparar a un automóvil en movimiento, a menos de que sea necesario para prevenir la muerte o el daño de un oficial u otra persona. En el momento de los hechos, no había nadie en la trayectoria del vehículo.
A consecuencia del tiroteo, uno de los menores recibió un disparo en el hombro, un rozón en la frente y en la mejilla, mientras que otro menor recibió un tiro en la cadera izquierda y el talón derecho.
En agosto pasado, tras deliberar por cerca de cuatro horas, un jurado federal declaró a Proano culpable de dos violaciones de los derechos civiles.
La fiscalía refirió al juez que el policía "podría haber matado a todos y cada uno de esos pasajeros. Por pura casualidad, sus balas impactaron solo a dos… y con otro golpe de suerte para (Proano) esos pasajeros sobrevivieron".
Antes de la sentencia, Proano se dirigió al tribunal y reiteró que sus acciones fueron la razón por la cual “todos los adolescentes fueron a casa esa noche”.
“No fui ahí, saben, buscado cazar a alguien”, dijo el policía de origen ecuatoriano, quien tenía 11 años en la fuerza policial.
Por su parte el juez comentó que le pareció "preocupante" que Proano todavía no aceptara que había cometido un crimen.
Dan Herbert, el abogado de Proano, había alegado que el tiroteo estaba justificado porque el auto era robado y otro oficial vio un arma que había caído del vehículo. Aunque la pistola resultó ser de aire comprimido.
El letrado expresó que Proano estaba siendo víctima del ambiente e imagen negativa que tiene la policía a raíz del vídeo del tiroteo en el que perdió la vida del adolescente afroamericano Laquan McDonald en 2015.
Herbert, quien también es el abogado de Jason Van Dyke, policía quien está siendo juzgado por la muerte de McDonald, mencionó que planean apelar la decisión.
El juez le ordenó a Proano que deberá entregarse a las autoridades el próximo 23 de enero de 2018.
























