Disparos de agentes federales contra mujer presuntamente armada elevan la tensión en Chicago

CHICAGO, Illinois.- Una mujer fue baleada este sábado por agentes de la Patrulla Fronteriza en el suroeste de Chicago, luego de que las autoridades aseguraron haber sido “acorraladas” durante un incidente vehicular.

Según la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, los agentes fueron embestidos por al menos 10 automóviles mientras patrullaban la zona, y la mujer que conducía uno de los vehículos estaba armada con un arma semiautomática, lo que provocó que los agentes abrieran fuego.

La mujer fue trasladada en condición estable al Mount Sinai Hospital, aparentemente habiendo buscado atención médica por su cuenta. McLaughlin subrayó que ningún agente federal resultó gravemente herido durante el suceso. El tiroteo ocurrió cerca de la 39th Street y Kedzie Avenue, aunque las autoridades no confirmaron la hora exacta del incidente.

Este hecho marca el segundo tiroteo en Chicago desde que la administración del expresidente Donald Trump implementó una agresiva operación de control migratorio en la ciudad. Hace semanas, un inmigrante mexicano, Silverio Villegas González, de 38 años, murió durante un arresto en Franklin Park cuando, según reportó el DHS, presuntamente habría intentado embestir a un oficial con su vehículo, aunque posteriormente salieron a la luz versiones contradictorias de los hechos.

Según registros compartidos con el Chicago Sun-Times, un agente de la Patrulla Fronteriza solicitó apoyo al informar que unos 30 agentes estaban rodeados por una gran multitud. Sin embargo, la policía de Chicago no intervino directamente en la investigación, limitándose a responder a un llamado por disparos en la zona para documentar el incidente y mantener la seguridad vial. “Estamos aquí para que puedan manifestarse”, afirmó la subdirectora de la policía, Gabriella Shemash, dirigiéndose a los manifestantes.

La comunidad local reaccionó con indignación y temor

Manifestantes se congregaron cerca del lugar del tiroteo y fueron dispersados con gas lacrimógeno y “pepper balls” por agentes federales. Varias personas fueron detenidas, incluyendo un joven de 21 años que, según su madre, Elizabeth Ruiz, es ciudadano estadounidense y se encontraba en el lugar “en el momento equivocado”.

El DHS continúa investigando el incidente mientras la comunidad local se manifiesta por respuestas y garantías de seguridad. El suroeste de Chicago sigue siendo un foco de conflicto entre las políticas migratorias federales y la protección de derechos civiles en el ámbito local.

El incidente ocurre mientras el gobierno de Donald Trump envió un ultimátum al gobernador JB Pritzker para que sea él quien ordene el despliegue de la Guardia Nacional, o de lo contrario será Washington quien tome el control de las tropas estatales.

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