Un segundo vuelo con iraníes deportados ha salido de EEUU, según informaron funcionarios iraníes, mientras Washington planea enviar de vuelta a cientos de presos a la República Islámica.
Segundo vuelo con deportados de EEUU partió rumbo a Irán; hay preocupación por la seguridad de los retornados
Estas deportaciones representan un choque entre la prioridad central del presidente Donald Trump —combatir la inmigración ilegal— y una práctica de décadas en EEUU de acoger disidentes, exiliados y otros iraníes desde la Revolución Islámica de 1979.
Dos funcionarios iraníes dijeron bajo anonimato a The New York Times que el avión, en el que también viajaban deportados de países árabes y de Rusia, había despegado de un aeropuerto en Mesa, Arizona, y haría escalas en Egipto, en donde se bajarían los ciudadanos árabes y rusos, y luego seguiría a Kuwait. Allí los deportados iraníes abordarían un avión fletado de Kuwait Airways para el tramo final hacia Teherán.
Un reporte publicado este lunes por la agencia de noticias Mizan, el órgano oficial del Poder Judicial de Irán, citó al funcionario del Ministerio de Exteriores Mojtaba Shasti Karimi reconociendo la deportación de 55 iraníes.
“Estas personas manifestaron su disposición a regresar tras la continuidad de las políticas antiinmigración y discriminatorias contra ciudadanos extranjeros, en particular iraníes, por parte de Estados Unidos”, dijo Karimi, según los reportes.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmail Baghaei, también dijo el domingo que había planes para que 55 iraníes retornaran a la República Islámica.
Según las autoridades estadounidenses, “los iraníes fueron repatriados por razones legales y por violar las regulaciones migratorias”, afirmó Baghaei.
El gobierno de EEUU no reconoció de inmediato el vuelo de deportación y no estaba claro si el avión ya había llegado a Teherán.
Preocupación por la seguridad de los deportados a Irán
Las deportaciones llegan en un momento en que las tensiones siguen altas entre Irán y EEUU, después del bombardeo de sitios nucleares iraníes durante la guerra de 12 días entre Teherán e Israel en junio.
Activistas en el exterior también han expresado preocupación por el retorno de deportados a Irán, cuya teocracia ha estado reprimiendo a intelectuales y ejecutando prisioneros a un ritmo no visto en décadas.
Notas Relacionadas
El último informe de derechos humanos del Departamento de Estado, emitido bajo la administración Trump, señaló que en Irán existen “graves problemas de derechos humanos”.
Una persona que no quiso ser identificada y que esperaba estar en ese vuelo de deportación dijo a CNN que su vida corría peligro si era enviada de vuelta a Irán, de donde había huido por su identidad sexual, tras haber sido víctima de tortura y violación. En Irán la homosexualidad es castigada con la muerte.
“He sufrido mucho en mi país por lo que soy”, dijo a CNN, y contó que se había ido a EEUU “solo para tener una vida normal como todos los demás”.
Estas deportaciones representan un choque entre una prioridad central del presidente Donald Trump —combatir la inmigración ilegal— y una práctica de décadas en EEUU de acoger disidentes, exiliados y otros iraníes desde la Revolución Islámica de 1979.
En septiembre, funcionarios iraníes reconocieron que hasta 400 iraníes podrían ser devueltos bajo la política de la administración Trump. Ese mes llegó a Teherán el primer vuelo de deportados iraníes.
Antes y después de la revolución de 1979, un gran número de iraníes huyó a Estados Unidos. En las décadas posteriores, EEUU había sido cuidadoso en permitir la residencia a quienes escapaban de Irán por persecución religiosa, sexual o política. Irán ha sostenido que solo quienes enfrentan cargos penales serán procesados, mientras que los demás pueden viajar libremente. Sin embargo, Teherán ha detenido en el pasado a occidentales y a otras personas con vínculos en el extranjero para intercambiarlas en canjes de prisioneros.
Irán ha criticado a Washington por acoger a disidentes y otros en el pasado. Fiscales federales estadounidenses también han acusado a Irán de contratar sicarios para atacar a disidentes dentro de Estados Unidos.
Con información de AP.
Mira también:











