Salud del Papa Francisco: ¿Qué pasaría si renuncia o fallece, y la posibilidad de un nuevo Papa hispano?

El Papa Francisco, hospitalizado en estado crítico, enfrenta incertidumbre sobre su salud y futuro. Expertos detallan el protocolo papal en caso de renuncia o fallecimiento y analizan los posibles sucesores, destacando la importancia de la elección del nuevo Papa por parte del Colegio Cardenalicio.

Video Transición en el Vaticano: qué pasará si el Papa Francisco no puede continuar

AUSTIN, Texas. El Papa Francisco, de 88 años, sigue hospitalizado en estado crítico en Roma, Italia, según el último comunicado oficial del Vaticano. A pesar de que su condición es grave, las autoridades eclesiásticas han informado que no se ha presentado una nueva crisis respiratoria, hasta la mañana de este lunes.

Francisco permanece alerta, recibiendo oxígeno de alto flujo, y sus valores sanguíneos han mejorado gracias a las transfusiones.

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La situación ha generado una creciente incertidumbre entre los fieles sobre el futuro inmediato del Pontífice y la posible transición papal.


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Protocolo en caso de renuncia o fallecimiento del Papa Francisco

El padre Juan José Martínez Segovia, vocero de la Arquidiócesis de Monterrey, en México, explicó a Univision el protocolo que se seguiría en caso de que el Papa Francisco renunciara o falleciera, un tema que ha despertado múltiples interrogantes entre los católicos.

“Lo primero que debemos hacer es rezar por su salud. En caso de que se tenga un desenlace, ya sea por la renuncia o el fallecimiento, el protocolo está claramente establecido”, comentó Segovia, subrayando que el procedimiento ha sido documentado desde hace décadas.

Este protocolo se basa en las directrices establecidas por el Papa San Juan Pablo II en su encíclica Pastor Bonus (1988), que regula los pasos a seguir tras la muerte o renuncia del Papa.

Según esta normativa, tras la muerte o renuncia del Pontífice, el cardenal más alto en rango, conocido como el camarlengo, asume el liderazgo temporal de la Iglesia.

“Es el cardenal con la autoridad para seguir conduciendo a la Iglesia, en comunión con todo el Colegio Cardenalicio, hasta que se elija a un nuevo Papa”, explicó Segovia.

El camarlengo supervisa un proceso crucial: la convocatoria del Colegio Cardenalicio, compuesto por cardenales menores de 80 años, quienes se reúnen para elegir al próximo Papa en un cónclave cerrado.

Esta elección es uno de los momentos más solemnes en la Iglesia Católica, un proceso marcado por la oración y la deliberación en la Capilla Sixtina, hasta que se emita el “humo blanco” que anuncia al nuevo sucesor de San Pedro.

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¿Podría el Papa Francisco renunciar?

El padre Segovia también fue interrogado sobre la posibilidad de que el Papa Francisco renuncie, una opción que abrió la puertaBenedicto XVI en 2013 al convertirse en el primer Papa en renunciar en 600 años.

En respuesta, Segovia señaló que el Papa Francisco ha dejado claro que, en caso de que su salud se vea severamente afectada, podría optar por la renuncia. “Él mismo firmó una carta en la que declaró que, si en algún momento su salud no le permitiera gobernar la Iglesia, procederá con la renuncia”, dijo Segovia.

No obstante, el vocero subrayó que, a pesar del panorama desalentador, existe una esperanza entre los fieles de que el Papa Francisco logre superar sus problemas de salud. “Tenemos la confianza de que el Santo Padre puede salir adelante y seguir al frente de la Iglesia, aun si la situación no es fácil”, agregó.

En este sentido, la renuncia sigue siendo una opción abierta, pero no una obligación.

El futuro papal: posibles sucesores

Sobre el futuro papal, Segovia también abordó el tema de los posibles candidatos a suceder al Papa Francisco. A medida que los cardenales se preparan para un eventual cónclave, surgen especulaciones sobre los posibles papables.

Según Segovia, los cardenales electores son los únicos que tienen derecho a elegir al nuevo Papa, y aunque hay algunos favoritos en los medios, “todos los cardenales son viables” para el puesto.

Uno de los nombres que ha cobrado relevancia es el cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo emérito de Guadalajara, originario de Monterrey. Segovia, quien trabajó estrechamente con Robles Ortega en el pasado, lo describe como “un hombre cercano a la gente, muy espiritual y con una gran dedicación pastoral”.

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Sin embargo, aclaró que todos los cardenales menores de 80 años tienen la posibilidad de ser elegidos, independientemente de su nacionalidad o fama. “El Espíritu Santo es quien elige al sucesor de Pedro”, apuntó Segovia, subrayando que la elección papal es siempre un misterio.

¿Un Papa latino? La pregunta sobre si el próximo Papa podría ser latino también surgió durante la entrevista. Tras la elección de Francisco en 2013, el primer Papa latinoamericano de la historia, la posibilidad de un sucesor proveniente de América Latina sigue siendo un tema de interés.

Sin embargo, Segovia comentó que la elección podría sorprender nuevamente. “Muchos dicen que el próximo Papa podría ser de África o Asia, en un intento de representar la globalización de la Iglesia. Pero, como sucedió con Juan Pablo II, n adie esperaba que fuera polaco, y mucho menos que Benedicto XVI fuera alemán”, señaló.

El futuro papal incierto: Mensaje de esperanza del padre Segovia mientras el mundo espera noticias

A pesar de las especulaciones, el futuro papal sigue siendo incierto hasta que se convoque un cónclave y el humo blanco anuncie al nuevo Pontífice. “Nosotros no sabemos quién será, pero el Espíritu Santo guiará a los cardenales en su decisión”, concluyó Segovia.

Un mensaje de esperanza en tiempos de incertidumbre: Ante la incertidumbre, el padre Segovia ofreció un mensaje de esperanza a los fieles. “Lo que tenemos que pensar es que el Papa todavía está entre nosotros. Debemos rezar por él y no caer en especulaciones que puedan causar daño. Como en cualquier familia, debemos mantener la fe y esperar con confianza lo que suceda”, dijo.

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Mientras tanto, el mundo sigue esperando noticias sobre la salud del Papa Francisco, mientras la Iglesia Católica se prepara, en oración y en unidad, para el futuro que Dios decida.