Intento de ganarle al tren termina en tragedia para familia hispana en Fort Worth

Un intento de ganarle al TRE en Fort Worth le quitó a una familia hispana a uno de sus integrantes, el pequeño Emilio Martínez, de 5 años. Su tío Fabián Riojas conducía el auto al momento del accidente y ahora está preso por la muerte del menor.

Video El dolor de una abuela: su nieto murió y su hijo está en la cárcel tras ser embestidos por un tren

FORT WORTH, Texas. – María Escamilla apenas comenzaba a enfrentar el duelo por la muerte de su esposo, ocurrida hace dos semanas, cuando una segunda tragedia sacudió a su familia: la pérdida de su nieto pequeño y el arresto de su hijo.

Fue el pasado miércoles 19 de noviembre cuando esta mujer recibió una llamada de su hijo Fabián Riojas que la dejó helada.

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“En ese momento que me dice: ‘Mamá, me pegó el tren’, yo le dije: ¿Fabián, vienes solo?… y me dice: ‘No, Emilio viene conmigo… creo que falleció’”, recuerda Escamilla.

Escamilla entendió que no solo había perdido a su nieto, sino que quien conducía era su hijo Fabián Riojas, de 24 años, tío del pequeño y quien había ido por el niño a la escuela.

“Yo sé que Fabián cometió un error, le intentó ganar al tren, pero eso le puede pasar a cualquiera. Nadie es perfecto”, dice la mujer.

Riojas permanece detenido en la cárcel de Fort Worth, acusado de homicidio por accidente de tránsito, un delito que en Texas puede castigarse con entre 2 y 20 años de prisión.
De acuerdo con la policía, el automóvil en el que viajaba el niño fue impactado del lado del pasajero por un tren del Trinity Railway Express (TRE) que se dirigía a Dallas.

Benito Bueno Rentería, ferrocarrilero, explica que detener una máquina de ese tamaño es prácticamente imposible: “El tren no se puede parar de golpe, por eso dice ‘¡Cuidado con el tren!’. Hay que respetar las señales”.

Perdón de hermanos en tragedia de tren en Fort Worth

El mortal choque ha marcado profundamente a los hermanos Riojas, quienes, pese al dolor, han encontrado espacio para el perdón.

“Mi hijo le dijo: te perdono. Perdí a mi papá, perdí a mi hijo, no quiero perder también a mi hermano”, relata Escamilla sobre el momento en que ambos se reconciliaron.

A unos metros de las vías, un oso de peluche ya honra la vida de Emilio, quien, según su familia, era un niño alegre, sociable y con una luz especial.

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En medio del doble luto que enfrenta María Escamilla, tras perder a su esposo y nieto solo encuentra el consuelo en una idea: “Mi niño está donde él quería estar… con su abuelo. Aunque solo me duró cinco años, lo disfruté como si fuera mío”, concluye.

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