Frank Atwood, de 66 años, murió este miércoles, unos 12 minutos después de que recibiera la inyección letal de pentobarbital. Hace 35 años que fue condenado por el secuestro y asesinato de una niña de 8 años: Vicki Lynne Hoskinson, quien fue víctima del hombre en 1984, cuando Atwood estaba en libertad condicional por cargos previos de secuestro contra dos niños en California, y contra lo que le permitía la ley, se mudó a Tucson.
Quién fue Viky Lynne Hoskinson, la niña de la bicicleta rosa cuyo crimen llevó a la ejecución de Frank Atwood
El 17 de septiembre de 1984, Viky Lynne Hoskinson regresaba a casa en su bicicleta rosa, después de enviarle una tarjeta de cumpleaños a su tía, en Nuevo México. A decir de la familia, estaba muy feliz de que le permitieran ir sola a hacer esa encomienda. Nunca regresó.
“Una niña inocente cuya vida fue brutalmente arrebatada, y una familia que ha tenido que soportar décadas de sufrimiento. Los arizonenses nunca lo olvidarán”, afirmó en un comunicado Mark Brnovich, fiscal general del estado.
Y agregó: “Hoy recordamos a Vicki Lynne y nos unimos a sus seres queridos y a la comunidad de Tucson, mientras finalmente se realiza su inquebrantable búsqueda de justicia”.
El crimen contra Vicky Lynne Hoskinson llevó a la ejecución a Mark Atwood
Según lo que han reconstruido las autoridades, el 17 de septiembre de 1984, la niña regresaba a casa en su bicicleta rosa, después de enviarle una tarjeta de cumpleaños a su tía, en Nuevo México. A decir de la familia, la pequeña estaba muy feliz de que le permitieran ir sola a hacer esa encomienda.
En su trayecto, Atwood la encontró, golpeó con su auto la bicicleta y derribó a la niña –según pudo constatarse de un intercambio de pintura entre el auto y el vehículo rosa de la niña—y luego la mató, luego arrojó su cuerpo en el desierto y huyó a Texas. Pasaron siete meses para que un excursionista encontrara los restos mortales de la niña.
Sin embargo, Atwood fue arrestado tres días después del crimen: el 20 de septiembre en Kerrville, Texas.
La bicicleta rosa de la niña, un regalo de Navidad, apareció abandonada a pocas cuadras de la casa de la familia.
Conmoción
“Antes de mudarse a Tucson, Atwood había sido condenado en California por actos lascivos y secuestro cometido contra dos niños pequeños. En mayo de 1984 fue puesto en libertad condicional de la sentencia de secuestro y vino a Tucson en septiembre”, añadió la Oficina del Fiscal.
“La pena capital es la respuesta apropiada para aquellos que cometen los asesinatos más escandalosos y viles, porque asegura que la última palabra todavía pertenece a las víctimas inocentes que ya no pueden hablar por sí mismas”, finalizó Brnovich.
El asesino, condenado en 1987 en un acto en el que se aseguró inocente, murió ante la presencia de la madre de Vicki Lynne, Debbie Carlson, y el padrastro, George Carlson. Los acompañaban otros miembros de la familia.
Del lado de Atwood estuvo su esposa, con quien se casó en 1991.
Fue ejecutado un mes después de que pasara por lo mismo Clarence Dixon, el primer ejecutado en el estado desde 2014.
En Arizona hay 111 personas condenadas a muerte; de ellos 22 han agotado todas las apelaciones legales disponibles.






