Tim Foley: De jefe de construcción a líder de grupo armado
Phoenix- Con tan solo 15 años de años de edad, Tim Foley, el líder y fundador de la organización armada Arizona Border Recon (ABR), huyó de su casa por los abusos físicos y psicológicos de su padre.
“Comencé a tomar alcohol cuando tenía 8 años, probablemente era un alcohólico cuando tenía 9 años. Estaba consumiendo drogas, LSD a los 12 años, cocaína. Probé heroína un par de veces hasta que conseguí la metanfetamina, y lo hice por un año, y wow, todo estaba derrumbándose”, cuenta Foley quien decidió darle un vuelco a su vida luego que casi muere en un accidente de carro cuando estaba drogado.
El californiano dice llevar 20 años sin probar drogas o alcohol.
Foley fue ingeniero de combate en la División Aerotransportada 82, y vino a Arizona para obtener una certificación de la escuela de las motocicletas Harley Davidson. Su último empleo fue en construcción.
Antes de la crisis económica de 2008, Foley dice que vivía el sueño americano, ganando unos 80,000 dólares anuales.
“Estaba a cargo de unos 100 a 150 hombres, 75% de ellos hispanos y en su mayoría indocumentados”.
Quienes en el pasado fueron sus empleados, se convirtieron, según él, en una amenaza.
“Me sentía enojado de que nuestro gobierno nos mintiera diciendo que ellos (los inmigrantes) hacían el trabajo que los estadounidenses no queríamos hacer. Me sentía enojado de que las compañías ignoraban a los ciudadanos para estos trabajos porque tenían que darles un salario digno, y les dieran estos trabajos a indocumentados. Simplemente estoy enojado”, expresa.
Según él, viajó por todo el país durante tres años buscando empleo sin éxito hasta que decidió fundar ABR en 2011.
“Me cansé de viajar buscando trabajo y viendo a todos esos indocumentados trabajando”, enfatiza.
Así como ahora quiere detener a los que una vez trabajaron para él, Foley lucha contra los carteles de las drogas mexicanos que durante años nutrieron su adicción.
Exterminación de carteles y deportación masiva
Durante la entrevista con UnivisionArizona.com, Foley muestra una gran frustración hacia el gobierno federal al que califica de hipócrita y mentiroso.
“El gobierno (federal) miente al decir que la frontera está segura ¿sabes cuál es la diferencia entre el gobierno mexicano y el estadounidense? Al gobierno de México no le importa que sepas que es corrupto, nuestro gobierno pretende que no lo es”, dice en tono molesto.
Él cree que una muralla no es suficiente para aliviar lo que describe como la zona de guerra en la que se ha convertido la frontera.
“Lo único que realmente pondría un alto a esto es colocar más gente para resguardar la frontera de narcotraficantes y pandilleros”, dice el líder del grupo Arizona Border Recon. “Ellos (el ejército mexicano) tiene que ir de un lado a otro de México y exterminar a esa gente. ¿Va a pasar? No”, argumenta.
Aunque prefiere mantenerse al margen de la política, Foley está de acuerdo con la deportación de millones de inmigrantes indocumentados.
“La mayoría de las personas que veo que cruzan la frontera, no quieren hacerse ciudadanos, solo quieren los beneficios”, señala Foley. “No es (solo por el pago de) los impuestos, si has estado aquí por años, ¿por qué no buscaron hacerse ciudadanos si supuestamente aman tanto a este país? Culpo en parte a los negocios, y a las corporaciones (que los contratan)”.
De acuerdo a cifras del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), en 2013, la mayoría de las personas que aplicaron al proceso de naturalización y se convirtieron en ciudadanos proviene de México, seguido de India, Filipinas, República Dominicana y China.
Según un estudio de la Universidad del Sur de California (USC), 8.5 millones de residentes permanentes son elegibles para hacerse ciudadanos, pero no lo han hecho. La razón principal es el costo de la solicitud, la cual ha aumentado de 95 dólares en 1997 a 600 dólares actualmente.
Para Foley, eso no es una excusa e insiste que todos los indocumentados deben irse.
“Todos deben regresar a sus países, y si realmente quieren vivir aquí entonces que lo hagan de la manera correcta, legalmente“.
Aunque organizaciones como Southern Poverty Law Center (SPLC) describe a Arizona Border Recon como una agrupación antiinmigrante, Foley no se deja intimidar.
Después de cuatro años como líder de ABR, este soldado retirado de 56 años está convencido de que está haciendo lo correcto y sigue cada vez más comprometido con la misión de su organización armada.
“Tenemos una guerra aquí”, afirma Foley. “Desde que salió el documental, he recibido muchos mensajes (por la página web de ABR) de personas agradeciendo lo que hago,” agrega.