Niña migrante de 3 años es obligada a ser su propia abogada ante tribunal migratorio de Tucson

Lucy llegó al país sin compañía, se desconoce dónde están sus padres y la pequeña ahora enfrenta sola sus audiencias donde se aborda si podría ser deportada.

Video Niños migrantes tan pequeños como de 4 años enfrentan solos audiencias virtuales de inmigración en NY

TUCSON, Arizona.- Como cientos de niños, Lucy, de tan solo tres años de edad, llegó a Estados Unidos sin ninguna compañía y ahora es parte de los 26,000 menores que deben comparecer ante los tribunales migratorios sin abogados y sin hablar inglés.

Aún no comprende lo que pasa, ni el motivo por el cual se separó de sus padres (de quienes no se conoce su paradero), pero la pequeña ya debe comparecer ante un juez y exponer su caso migratorio, lo que si para un adulto puede ser difícil, para una niña de esa edad es casi una tarea titánica.

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Y aunque Lucy es una de las más pequeñas que se enfrenta sola al sistema que busca deportar a los migrantes que llegan sin papeles en busca de una vida mejor, no es un caso aislado, j unto a ella, miles de niños comparecen ante tribunales migratorios sin representación legal.

Dicha situación deriva, en gran medida, de u na decisión del gobierno federal de cancelar contratos con organizaciones que ofrecían ayuda legal a menores no acompañados, por lo que desde el 21 de marzo de 2025 la situación se ha complicado para los niños que buscan asilo en Estados Unidos tras huir de sus países.

La audiencia de Lucy

La primera vez que Lucy tuvo una audiencia fue en agosto de 2025. Para la segunda, que se llevó a cabo el 24 de noviembre, la niña estuvo acompañada de Ana Islas, abogada del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Florence (FIRRP), quien no es su representante legal.

De acuerdo con el medio The Copper Courier, los abogados de FIRRP anhelan ayudar a la pequeña, pero les resulta imposible aceptar nuevos casos tras el término de financiación de marzo; sin embargo, cada vez aumentan más las solicitudes de ayuda de migrantes.

Aquél 24 de noviembre, Lucy se presentó en la corte después de otros seis menores representados por FIRRP, luego llegaron más, dando un total de 25 que comparecieron ese día ante la jueza Irene C. Feldman en el tribunal de inmigración del condado de Pima en Tucson, Arizona.

Para tranquilizar a la pequeña, la abogada le dio un oso de peluche y explicó ante la jueza el caso; además, Islas ayudó a Lucy a sentarse en la silla pues ella no la alcanzaba por sí misma.

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Feldman aplazó el caso hasta noviembre para dar oportunidad a la niña de encontrar un abogado migratorio, pero hasta el momento no ha sido posible, por ello la jueza volvió a aplazar la audiencia para marzo de 2026.

Protección para menores migrantes no acompañados

Casi dos décadas después de que el Congreso aprobara protecciones bipartidistas para los menores migrantes no acompañados, organizaciones legales y expertos advierten que la suspensión de fondos para programas de representación está dejando a miles de niños sin las herramientas necesarias para navegar el complejo sistema migratorio de Estados Unidos.

La Ley de Protección de Niños Extranjeros No Acompañados de 2005 estableció garantías fundamentales: prohibió que los menores fueran enviados a centros de detención para adultos, ordenó que no fueran deportados si su vida corría peligro en su país de origen y requirió que tuvieran acceso, “en la mayor medida posible”, a asesoría legal competente.

La Ley de Reautorización de Prevención y Protección de Víctimas de la Trata de Personas de 2008 reforzó ese estándar al reconocer la necesidad de representación para los niños más vulnerables.

Sin embargo, la decisión de suspender la financiación de esas organizaciones —según reportó Reuters en enero, citando un memorando interno del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)— generó preocupación entre defensores de inmigración. El documento describía un plan para rastrear a menores no acompañados con el fin de asegurar su comparecencia en cortes o facilitar su deportación en caso de una orden final.

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La controversia también resurgió tras declaraciones de Tom Homan, nombrado por la administración Trump como “zar fronterizo”, quien aseguró que la administración Biden “perdió el rastro” de 300,000 menores que ingresaron solos al país. Grupos de derechos humanos y abogados de inmigración han desmentido esa cifra, de acuerdo con BBC.

Obstáculos para obtener alivio migratorio

Los menores no acompañados pueden solicitar distintos tipos de protección:

  • Estatus especial de inmigrante juvenil, si fueron víctimas de abuso, abandono o negligencia.
  • Asilo, si pueden demostrar persecución.
  • Visas para sobrevivientes de delitos o trata de personas.

Pero sin abogado, esos alivios son casi imposibles de obtener, coinciden especialistas consultados por BBC.

Datos analizados por la Universidad de Syracuse muestran que 95% de los menores con representación legal asisten a sus audiencias, mientras que entre quienes no tienen abogado la cifra cae a 33%.

Un sistema complejo y costoso

Muchos menores llegan huyendo de violencia, pandillas o crisis económicas, según el Foro Nacional de Inmigración.

Cuando son detenidos por autoridades migratorias sin un familiar o tutor, pasan a custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), que los mantiene en albergues temporales hasta que se resuelve su caso o se identifica a un patrocinador adecuado. Sin patrocinador, pueden permanecer detenidos hasta cumplir 18 años.

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A la mayoría se les emite una Notificación de Comparecencia (NTA), lo que abre su proceso de deportación. En las primeras audiencias, el juez debe explicar los derechos, las acusaciones y el funcionamiento del proceso en un lenguaje comprensible según la edad del menor. Aunque se concede tiempo adicional para buscar asesoría legal, “tener tiempo” no equivale a “tener acceso”.

Contratar un abogado de inmigración puede costar entre $1,500 y $15,000, un monto imposible de cubrir para menores detenidos sin autorización de trabajo o recursos económicos.

Para los niños inmigrantes no acompañados, las barreras son innumerables, complejas y casi insuperables”, dijo Greer Millard, gerente de comunicaciones de FIRRP. “ Prácticamente no existe ningún mecanismo para que un niño encuentre un abogado pro bono por sí solo mientras está detenido”.

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