Durante su primer recorrido oficial desde la iglesia de Santa María Magdalena a Sandringham House, la pequeña de cuatro años se convirtió en la sensación. Quienes se dieron cita en los alrededores para saludar a los miembros de la realeza británica en esta Navidad, disfrutaron cada momento que les regaló; sobre todo sus abrazos y la forma en que dejó saber que le gustaron los detalles que recibió.