En noviembre de 2013, el príncipe William se dejó ver, y sobre todo escuchar, como pocas veces: cantando. Lo hizo junto a Taylor Swift y Jon Bon Jovi durante una gala en el palacio de Kensington. Ocho años después, el hijo mayor de Lady Diana rememoró esa noche con cierto arrepentimiento: "No entiendo por qué cedí".