Lady Di pisoteaba los protocolos: 8 veces en que rompió las reglas e hizo enojar a la reina

Su paso por la monarquía no solo estuvo marcado por su gran popularidad entre los habitantes de Reino Unido y la Mancomunidad, también por su espíritu libre y rebelde que, en más de una ocasión, la llevó a romper el protocolo real.

Si bien estos actos no eran bien vistos por el resto de la familia real, sí le ganaron el título de ‘La princesa del pueblo’.

Aquí recordamos 8 ocasiones en las que Lady Di rompió el protocolo y se ganó el corazón de miles de personas.

#1 Dos detalles de su boda con el príncipe Carlos

Todo empezó con la selección de su anillo de compromiso. La tradición dentro de la Corona es que esta sortija debe ser personalizada y hecha a la medida; sin embargo, Diana Spencer rompió con esto: lo escogió de un catálogo de la joyería Garrard.

Aunque ese detalle levantó algunas cejas, la joya se convirtió en parte importante de la realeza, ya que actualmente le pertenece a Kate Middleton.

En su boda con el príncipe de Gales volvió a imponer su propio estilo. Para empezar, escribió sus propios votos, algo inusual entre las mujeres de la nobleza. Por si eso fuera poco, se rehusó a decir que iba a «obedecer» a su esposo.

Al parecer, ese detalle se convirtió en una tradición, pues Kate Middleton y Meghan Markle hicieron lo mismo en sus bodas.

#2 El nacimiento de sus hijos

La forma de comportarse de la princesa Diana era inusual hasta en detalles como el dar a luz. La tradición de la Corona era que los partos debían ser dentro del Palacio ( con varios testigos de por medio), pero ella optó por recibir a sus dos hijos en el Hospital St. Mary de Londres.

Así, impuso una nueva tradición que siguieron el príncipe William y Kate Middleton. Por su parte, el príncipe Harry y Meghan Markle escogieron el hospital Portland para el alumbramiento de su primer hijo.

#3 Dejó que William y Harry tuvieran una infancia ‘normal’

Lady Di siguió rompiendo las reglas de la realeza con la crianza de William y Harry. Además de demostrarles su cariño en público, hizo todo lo posible para que tuvieran una infancia ‘normal’.

Por ejemplo, dejó que asistieran a la escuela en vez de educarlos dentro del Palacio, la acompañaban en las giras oficiales y hasta los llevaba a comer a McDonalds.

#4 Sus prendas eran atrevidas

La monarquía británica tiene estrictas reglas en lo que respecta a la vestimenta. Entre las cosas que no se les permiten usar a las mujeres están los escotes y cortes muy reveladores.

La princesa Diana hizo caso omiso a este protocolo y más de una vez cautivó con vestidos que mostraban sus hombros o su clavícula y hasta se arriesgaba con uno que otro escote.

En un evento de 1985 también demostró lo creativa que podía llegar a ser con los accesorios, ya que usó uno de sus collares como tiara.

Al parecer, este uso inesperado de la joya no le gustó a la realeza, ya que nunca la volvimos a ver con algo así.

#5 No usaba guantes

Aunque ahora es completamente normal ver a los royals sin guantes, en esa época era la tradición. No obstante, a Lady Di le gustaba darle la mano a las personas que conocía en los eventos y este accesorio, aseguraba, no le permitía hacerlo con naturalidad.

#6 Cuando habló de su matrimonio

En 1995, la princesa de Gales concedió a la BBC una entrevista muy abierta en la que detalló varios momentos de su matrimonio, desde la infidelidad de su marido, la suya y las ocasiones en las que se sintió rechazada por la familia real.

#7 Su divorcio y soltería

Hasta hace un par de décadas, el divorcio no está permitido dentro de la Corona británica, así que fue todo un escándalo que Diana y Carlos decidieron separarse.

A pesar de la batalla legal que emprendieron, su popularidad nunca se apagó. Por el contrario, Lady Di vivió su soltería con mucho gusto y supo aprovechar su tiempo sola para trabajar en las causas que más le importaban.

#8 Al hablar con niños

Diana tenía una conexión especial con las personas del Reino Unido y no tenía problema en aceptar las flores que le obsequiaban. También hablaba con las personas y hasta las abrazaba con completa naturalidad.

Pero un detalle que la distinguió del resto de la monarquía fue la forman en que se acercaba a los niños que iban a sus eventos: se agachaba para ponerse a su altura, para que la conversación fuera mucho más fácil. Además, dejó de usar sombreros muy grandes, pues aseguraba que con estos no era posible abrazar a los menores que la conocían.

¿Recuerdas otras ocasiones en las que la princesa Diana haya ignorado los protocolos reales? ¿Cuál fue su momento que más te cautivó?

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