Ignacio López Tarso estudió para ser sacerdote: la razón por la que abandonó ese camino
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A sus 97 años, Ignacio López Tarso es uno de los actores más consolidados de México, pero, años antes de convertirse en la estrella de películas como ‘Macario’, ‘El gallo de oro’ y ‘Los albañiles’ pasó por el semanario, los cultivos de frutas e, incluso, su vida estuvo en peligro.
Ignacio López Tarso estudió el seminario, aunque no planeaba ser sacerdote
En mayo del 2019, el primer actor fue entrevistado por el periodista Gustavo Adolfo Infante en el programa ‘El Minuto que cambió mi vida’. Ahí, habló de varios aspectos de su vida, incluido su paso por el seminario.
Según recordó, una vez que terminó la primaria, no pudo seguir sus estudios porque su padre no tenía la solvencia económica para mandarlo a un internado. Entonces, el cura de su pueblo (Valle de Bravo, en el Estado de México) le recomendó asistir a la escuela para sacerdotes.
Así fue como Ignacio López Tarso llegó a un semanario en Temascalcingo, Estado de México. El intérprete de ‘Macario’ recordó sus días en la institución como “maravillosos” y en los que “la pasé muy bien”.
En la escuela tuvo la oportunidad de aprender latín, griego, humanidades y hasta “empecé la filosofía”. También disfrutó de una que otra picardía: “yo me brincaba la barda del colegio a ver a mi novia en el pueblo, que era una maestra preciosa (...) chulísima”.
Sin embargo, su tiempo como estudiante de sacerdotes llegó a su fin después de 4 años.
El actor tenía muy claro que “no tenía vocación” para convertirse en predicador, algo que también notó el director del seminario:
Ignacio López Tarso trabajó como agricultor en Estados Unidos
En la misma conversación, la estrella del cine de oro mexicano recordó que uno de sus primeros trabajos fue en el campo. Entre sus 18 o 20 años, según dijo, fue contratado por una empresa que lo llevó al pueblo de Merced, en California, Estados Unidos, para cosechar uvas y naranjas.
En un principio, creyó que esta tarea sería muy sencilla, pero el tiempo le hizo ver que no:
Los 6 o 7 meses que trabajó como agricultor se vieron marcados por un trágico accidente. Mientras recolectaba naranjas, se cayó de un naranjo e impactó contra las cajas de frutas apiladas debajo de él:
El accidente le fracturó 3 vértebras en la espina dorsal y lo mantuvo 2 meses en el hospital. Sin embargo, por lo complicado que resultaría la cirugía de su espalda, los médicos optaron por regresarlo a México, donde terminó su recuperación.
En el hospital mexicano, tuvo la oportunidad de leer las obras de Xavier Villaurrutia y, para cuando se recuperó por completo, leyó en el periódico que el poeta daba clases en el Instituto Nacional de Bellas Artes. En su afán de conocerlo, lo buscó en dicha institución y, por invitación del escritor, estudió la carrera de teatro.