Imagina: Tres mujeres y un hombre entran a lo que parece ser una oficina y no queda duda de que hay un problema en el trabajo. Una mujer está callada, al margen de la crisis. Otra de ellas ofrece soluciones, pero es evidente que preferiría abandonar el barco. El hombre interviene con una sugerencia.
¿Tienes prejuicios sobre la menstruación? Si piensas que no, este video podría demostrarte lo contrario

Y ahí, entre el meollo del asunto, está la tercera mujer. Levantando la voz. Poniendo orden.

Es imposible que los espectadores la perdieran de vista y su actitud llama la atención de todos.
Desde el peinado

La ropa

Y hasta su “actitud"

Pero la pregunta que le hicieron a los participantes para identificarla se relaciona con uno de los prejuicios más arraigados en la sociedad. ¿Quieres saber cuál fue? Entonces dale click al video de aquí abajo:

No lo podríamos haber dicho mejor: ¿Qué tiene que ver?
La menstruación ha sido la explicación favorita de la sociedad para encasillar el comportamiento de la mujer; especialmente, en esos momentos donde no cumplimos con el estereotipo que alguien más nos asigna. Mandona, agresiva, estresada, gritona, sensible… adjetivos comunes que se usan para describirnos cuando la gente piensa que “estamos en nuestros días”.
Esa frase es mucho más que un insulto; censura, reprime y sobre todo, invalida nuestros pensamientos y sentimientos. En unos cuantos segundos, esas terribles palabras nos reducen a un cliché que para nada representa nuestra complejidad como seres humanos.
La menstruación NO nos define. Recuérdalo cada vez que alguien trate de acabar con tu confianza o en los momentos en que quieran aplastar tu carácter. Nuestro periodo es una de las muchas cosas que forman parte de nuestra vida y es momento que empecemos a tratar el tema como lo que es, algo natural y cotidiano.
Sí, hay días durante la menstruación donde no te sientes al 100%, pero eso no es suficiente para que nuestras actitudes, pensamientos y acciones, se tomen como una consecuencia de “andar en tus días”.
Es momento de transformar el discurso, ¿no crees?
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Tratemos al periodo como lo es, algo natural. Es momento de cambiar el discurso. El periodo no te define, te defines tú.







