Palaos: el paraíso que va a cambiar cómo pensamos el turismo

El paraíso existe y está en la tierra: se llama  Palaos. Es una serie de pequeñas islas en  Micronesia y tienen alrededor de 20 mil habitantes y una misión muy importante: proteger el  medio ambiente. Es por eso que el gobierno creó un plan histórico y a partir de diciembre de 2017 requerirá que los turistas que quieran ingresar deban firmar un documento por el que se comprometen a respetar la naturaleza.

Es la primera vez que un gobierno cambia sus leyes de inmigración para proteger la tierra y con buena razón. Palau es uno de los destinos más populares para buceadores en el mundo, tiene arrecifes de coral y una fauna marina increíble, pero también está en peligro por el descuido de los turistas y el  calentamiento global. 

Paraíso en peligro

Con una población pequeña y una economía que se basa en el turismo, la agronomía y la pesca, Palaos depende enteramente del medio ambiente para sobrevivir. Sin embargo, también es una de las regiones más castigadas por el cambio climático. El  nivel del mar ha ido aumentando 9 mm por año desde 1993 y, si bien parece poco, es tres veces más que el promedio global.

El mar se los va tragando de a poco y por eso el presidente de Palaos,  Tommy Remengesau, pidió a los líderes globales que tomen acción para detener el calentamiento global antes de que sea demasiado tarde. 

Entre algunas de las iniciativas que han tomado se encuentra una creada en 2015: prohibir la pesca en una zona de las islas que ahora se ha convertido en uno de los santuarios de fauna marina más grande del mundo. Y ahora, esta nueva medida se encarga de prevenir otro tipo de daño: el de los turistas.

Turismo consciente

El acuerdo, que tiene más de seis mil firmas, pide a los turistas que se «comprometan con los hijos de Palaos» y que «pisen con cuidado, actúen con gentileza y exploren suavemente». No pueden tirar basura, ni pisar los corales, pero sí están invitados a aprender sobre la cultura local y apoyar al comercio sustentable de la isla. 

Palaos es el primer país del mundo en pedir que sus turistas cuiden el ambiente y pueden ser pioneros en cambiar la mentalidad de los viajeros de todo el mundo.

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