Micronesia, el pacífico perdido
Llegar a los Estados Federados de Micronesia, son un conjunto de alrededor de 600 pequeñas islas ubicadas al oeste de las Filipinas, en pleno Océano Pacífico. Llegar a este archipiélago puede resultar bastante difícil puesto que su principal aeropuerto no en la ciudad de Weno, no forma parte de las principales rutas comerciales.
Pero una vez en la ciudad de Weno, todo lo que nos haya costado el viaje lo valdrá la pena. Primero que nada debo aclarar que este no es el destino para el que esté buscando algo como el Caribe o Hawaii, aquí la infraestructura turística es muy limitada y no existen grandes hoteles o lujosos casinos.
En la ciudad de Weno, de cerca de 14 mil habitantes, es dónde nos convendrá hospedarnos y hacer base para ir recorriendo de a poco estas paradisíacas islas. Aquí encontraremos también un par de muy buenos restaurantes con menús basados en los mariscos y el pescado y también tendremos acceso a los mejores servicios de telecomunicaciones.
Una vez instalados, salir a recorrer estas playas que rodean cada isla e islote, disfrutar de baños de mar y asolearnos en cálidas y blancas arenas se convertirá en todo un vicio. Cada playa nos sorprenderá y al final no sabremos con cual quedarnos, la tranquilidad y lo solitario de las islas nos llamará la atención también.
Todo otro atractivo se abre para quienes gusten de practicar buceo o snorkelling, pues los arrecifes que se forman en los sumergidos picos de una antigua cordillera son maravillosos paisajes para los amantes de la vida submarina, o para quienes simplemente se animen a la aventura.
También es muy interesante interactuar con los habitantes originales de las islas, personas humildes y muy respetuosas que viven de la pesca o de la agricultura artesanal y que seguro tiene mucho para enseñarnos.
Para finalizar un par de consejos. Si no sabemos inglés será mejor hacernos de un muy buen diccionario o descartar el destino, porque es la única lengua internacional que se reconoce. Y por otra parte, a la hora de disfrutar el mar, debemos respetarlo y tener mucho cuidado con las traicioneras aguas del Pacífico.
En fin, el sin fin de islas que es la Micronesia, se nos presenta como un verdadero paraíso de relax y maravillas naturales, escondidas en medio del gigante Océano Pacífico.