Los confusos límites de la tentación

Si hay una película que te deja ganas de fumar descontroladamente es la (nunca mejor llamada) Coffee & Cigarettes de Jim Jarmusch. Ese fue el eje de un interesante experimento realizado por expertos de la Kellogg School of Management de la Northwestern University de Chicago, el cual se abocó a conocer los confusos límites de la tentación humana.

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Para ello reclutaron a 53 fumadores, a quienes se les pidió que rankearan su capacidad de resistir la tentación. Una vez habiendo completado el cuestionario, se les pidió que miraran 30 minutos de Coffee & Cigarettes, y se les dijo que se les daría dinero si conseguían no fumar durante toda la película.

Entonces, se les dio un cigarrillo que debían escoger dónde colocarlo: en otro cuarto, en una mesa, en su mano o en su boca, con el criterio de que cuánto más cerca de la boca colocaran el cigarrillo, más dinero ganarían tras el experimento. Curiosamente, aquellos que dijeron que podían resistir más la tentación, fueron los que cayeron en ella fumando.

Aquellos que confiaron demasiado en su auto-censura, no pudieron con la irresistible sensación de saborear ese delicioso filtro, seco, con el punto justo de solidez, con las aberturas necesarias para sentir cómo cada partícula de humo de tabaco y alquitrán ingresaba por su boca y carcomía sus pulmones con agradable ardor, volviéndolos más y más dependientes del objeto de deseo.

En mi caso, con lo que vengo fumando últimamente, creo que me meto con comodidad en la lista de los que caen en la tentación. ¿Y tú? ¿Hasta cuánto aguantas?