Los cambios que están ocurriendo y de los que casi nadie habla: de los daños por las nanopartículas a la energía por ósmosis

A comienzos de cada año un panel de expertos coordinado por el doctor William Sutherland, presidente de la British Ecological Society, presenta un conjunto de temas por lo general poco publicitados pero con un potencial impacto decisivo, bueno o malo, en el futuro de la humanidad. ¿Has oído hablar, por ejemplo, de la generación de energía eléctrica por ósmosis? Te invitamos a conocer este y otros dos interesantes puntos.

Desechos pequeños que hacen montañas

¿Sabes cuánto titanio tiras anualmente al medio ambiente? Depende de cuántas veces al día te cepillas los dientes. En todo caso, individualmente es muy poco. Pero si sumamos los aportes de todos y cada uno de nosotros, al final del año la humanidad ha echado por los desagües una buena cantidad de dióxido de titanio solo por usar crema dental. Las nanopartículas de dióxido de titanio le confieren a la pasta dental su atractiva blancura brillante, pero son perjudiciales para la salud y luego para el medio ambiente cuando se van por la cañería. También hay nanopartículas de titanio en cosméticos, telas, tintas y tintes, plásticos, pinturas e incluso en alimentos.

Otras nanopartículas de utilización creciente son las de plata, que son muy tóxicas, presentes en una amplia gama productos que va desde cosméticos y ambientadores hasta textiles y electrodomésticos, aunque su uso está prohibido en varios países. Hay un vacío legal porque en muchos casos los fabricantes no están obligados a indicar en los empaques la presencia de estas nanopartículas.

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Almacenamiento de energía

Qué bueno sería sí la energía eléctrica se pudiera almacenar. Lamentablemente, no es posible. Sin embargo, el universo lleva millones de años almacenando energía. Las estrellas son almacenes de energía. Ahora mismo nosotros estamos beneficiándonos del desgaste del sol y cuando este se descargue por completo todo habrá terminado. Los frutos que guardamos son energía solar almacenada.

La gran reserva mundial de energía, de uso práctico, está en los combustibles fósiles. ¿Te imaginas si toda esa energía la pudiéramos guardar en millones de acumuladores o baterías? Uno de los mayores retos del futuro es el almacenamiento de energía. Encontrar una forma económica y amigable con el ambiente de guardar una gran cantidad de energía generada ecológicamente. La masificación del coche eléctrico depende de ello; también la posibilidad de usar móviles más potentes que sirvan como centro de mando de lo que nos rodea, desde el auto hasta el horno microondas.

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Energía por ósmosis

¿Recuerdas el concepto de ósmosis? Es el fenómeno que se produce cuando dos soluciones de diferente concentración se ponen en contacto a través de una membrana semipermeable. Sin haber un aporte externo de energía, el líquido solvente de la solución menos concentrada gana un impulso neto (ósmosis es un término griego que significa impulso) y atraviesa la membrana para ir en búsqueda del soluto de la solución más concentrada, generándose la llamada presión osmótica. La membrana debe dejar pasar las moléculas, generalmente más pequeñas, de los solventes (el agua es el solvente universal) y retener las más grandes de los solutos.

¿Qué ocurre en los estuarios de los ríos que desembocan en el mar? Precisamente, unas enormes masas de agua de baja concentración (agua dulce o con muy pocas sales) entran en contacto con otras gigantescas masas de agua muy concentradas (agua salada). ¿Qué sucede si se pone una membrana entre dos depósitos de ambas aguas? Se puede generar energía eléctrica con la presión osmótica. La también llamada “ energía azul” podría ser una solución para abastecer de energía a las ciudades situadas cerca de la desembocadura de los grandes ríos. Hay en prueba prototipos de plantas de energía osmótica. Una buena pregunta, por ahora con vagas respuestas, es cuál sería su impacto ecológico.

¿Qué te ha parecido? ¿Crees que estas cosas en verdad serán decisivas para nuestro futuro?