La eterna contienda entre la luz y la sombra: un nuevo equinoccio ha llegado

Como cada septiembre, la disputa vuelve a un perfecto equilibrio en un nuevo equinoccio. Primaveral hacia el punto austral, otoñal al boreal.

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Una noche ensombrecerá los próximos 6 meses del polo norte, al tiempo que un día de igual duración amanece en su opuesto, el polo sur. Entre estas dualidades, celebramos un nuevo equinoccio.

Noche igual

Imagen Wikimedia Commons

Etimológicamente, el término « equinoccio» proviene del latín antiguo aequinoctium, que significa «noche igual» y refiere al poético fenómeno astronómico que durante siglos ha fascinado a la humanidad. Hoy es una referencia fundamental en el estudio de los cuerpos celestes y el clima.

En esencia, el equinoccio es el evento astronómico que ocurre cuando el eje de la  Tierra se coloca de modo que sus dos polos están a la misma distancia del Sol.

Tiene lugar dos veces al año: sobre el 20/21 de marzo y alrededor del 22/23 de septiembre. En ese momento, el centro solar se encuentra en el mismo plano del ecuador terrestre, otorgándole una duración muy similar al día y la noche. El solsticio es otro evento astronómico de igual naturaleza.

Equinoccio de primavera y otoño

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Como nos lo indica su nomenclatura, los equinoccios se producen dando comienzo a cada una de las estaciones: primavera u otoño. Para cada hemisferio el suceso tendrá lugar en fechas contrarias, como referimos, sobre el 20/21 de marzo y alrededor del 22/23 de septiembre.

En el norte el equinoccio primaveral es en marzo y el otoñal en septiembre, mientras que en el sur sucede exactamente a la inversa. En ambos casos el Sol cruza el ecuador celeste y se mueve hacia el sur o norte respectivamente.

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El mito de la duración de días y noches

El romanticismo nunca terminó realmente, pero es un mito que la duración de los días y las noches son exactamente iguales durante los equinoccios. Si bien la longitud es casi la misma, no es exactamente igual. Aunque hay que admitir que la idea del equilibrio perfecto que se manifiesta en esta armónica imagen nos resulta tan encantadora como necesaria.

En los lugares que están más lejos del ecuador los días serán un poco más largos, pues allí el Sol tarda más en salir y también en ponerse.

¿Por qué cada año el equinoccio varía?

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La razón por la que se produce esta « variación de días» se debe a los calendarios que empleamos. La mayoría de los países utilizan el sistema gregoriano de 365 días, y 366 cuando el año es bisiesto.

Los equinoccios se retrasan 6 horas cada año, y un día hacia atrás los bisiestos. Ese día se añade para corregir la desviación gradual de los equinoccios durante las estaciones.

Desde el principio de los equinoccios han sido puntos de referencia para celebraciones y festividades de todos los pueblos del mundo, pero también para realizar observaciones astronómicas de gran importancia.

Quienes experimentamos el equinoccio desde el sur damos así la bienvenida a una nueva primavera, feliz otoño a quienes lo vivan desde el norte.