En Japón pagan a hombres guapos para secar las lágrimas de los empleados por una gran razón

Entristecer a los demás hasta provocar las lágrimas no es algo que muchas personas quieran hacer, pero en Japón es una salida laboral. Se trata de los ikemeso danshi, o «guapos que lloran», que van a las oficinas japonesas, ponen películas tristes que hacen llorar a los empleados y después les secan las lágrimas con un pañuelo de algodón. No es un castigo para los trabajadores, es una forma de fortalecer las relaciones en el trabajo.

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Llorar es todo un trabajo

Imagen iStock

El trabajo es sencillo: los empleados se reúnen en una sala de conferencias y un hombre, el ikemeso danshi, coloca clips de películas tristes. Una historia sobre una padre sordo y su hija enferma, otra sobre un perro que muere después de batallar contra una enfermedad terminal. Según un artículo de la BBC, los empleados no demoran demasiado a empezar con los suspiros y las lágrimas.

Esta extraña profesión es la idea de Hiroki Terai, un empresario que quiere que los japoneses pierdan su miedo a expresar sus sentimientos. «Las personas vienen y lloran juntas. Dicen que después se sienten muy bien», explicó.

¿El único problema? La mayoría de los participantes de los grupos de llanto son mujeres. Por eso se le ocurrió la idea de contratar a hombres atractivos para que llorasen en las reuniones, como una forma de derrumbar el estereotipo que dice que los varones son débiles por mostrar sus sentimientos.

Ese estereotipo está muy normalizado en la sociedad occidental, pero aún más en la nipona, donde, según Terai, «si lloras en el trabajo crees que tus compañeros no van a querer tocarte, hay una imagen muy negativa».

Sin embargo, según el empresario, cuando los empleados lloran y muestran su vulnerabilidad, las barreras de la formalidad caen y eso hace que un equipo sea más unido. Es una forma de crear conexiones humanas muy extraña, pero no es única en Japón. Otros emprendimientos incluyen los cafés de abrazos, donde los clientes pueden pagarle a un extraño para que lo tenga en brazos por unos minutos, y hasta servicios para alquilar amigos.

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