¿El sobrepeso modifica el sentido del gusto?
Aunque parezca una ambigüedad, un nuevo estudio ha determinado que la obesidad puede afectar el sentido del gusto, con una disminución de las capacidades gustativas. Cualquiera podría pensar que cuando se siente menos sabor en la comida, menos ganas se tiene de comer, simplemente porque se disfruta menos de la misma.
Si nos guiamos por esta regla directamente proporcional, podríamos sostener que lo lógico es que las personas excedidas de peso tienen todo a su favor para comer menos, nada menos que porque sienten menos sabor a la comida. Pero aquí esta la ambiguedad: no es así. ¿Qué dice la ciencia al respecto?
Menor sensibilidad gustativa
Lo que sí fue confirmado por parte del equipo de investigación de la bióloga Kathryn Medler, de la Universidad de Buffalo, es que el sobrepeso disminuye severamente la capacidad de las células de la lengua encargadas de percibir el gusto, cuando los alimentos entran en contacto con la misma.
Además, los investigadores también desvelaron que aún las células que presentaban mayor sensibilidad, reaccionaron de una forma bastante débil al estímulo de la comida. Los expertos coinciden en que estudiar el funcionamiento de las células linguales es de una gran importancia, puesto que éstas desempeñan una función esencial en la regulación del apetito.
Conocer la clave mediante la que se regula el apetito, deriva en algo tan importante como determinar qué cantidad de comida nos hace sentir saciados.
Una herramienta más para combatir la obesidad
Este nuevo hallazgo, obtenido a partir de pruebas hechas con ratones, aporta una pista más para seguir investigando los motivos más profundos del imparable auge de la obesidad, sobre todo, en los países industrializados.
Pero teniendo en cuenta que a día de hoy se conocen múltiples causas conductuales, psicológicas, hormonales y genéticas de la obesidad, lo que más destacan los expertos, es que el nuevo hallazgo ayudará en gran medida a determinar hasta qué punto la obesidad influye y altera la relación entre la persona y las comidas.
Sorprendentemente, y al contrario de lo que razonábamos al principio de esta nota, la misma doctora Medler sostiene que es posible que la dificultad para percibir el sabor que tienen las personas con sobrepeso, puede ser la causa por la cual se vean obligadas a comer más para sentirse saciados. Esta es una necesidad que, en términos generales, no se presenta en las personas que perciben el gusto tal y cómo es.
¿Piensas que este nuevo descubrimiento sobre cómo se modifica el sentido del gusto puede ser el principio del fin de la obesidad masiva y extendida por el mundo? ¿Sabes por qué el estómago hace ruido cuando tenemos hambre?