Saturno, uno de los planetas gigantes del Sistema Solar, no deja de ser noticia en los últimos tiempos. Gracias a los sensacionales descubrimientos que se vienen realizando, sobre todo por parte de la sonda espacial Cassini, este planeta y sobre todo sus numerosas lunas van siendo mucho más conocidos y se están respondiendo algunas de las más antiguas preguntas que se ha hecho el hombre sobre el Universo. El último y más espectacular de estos descubrimientos es el de Peggy, una nueva y pequeña luna en formación que promete ayudar mucho a comprender la evolución del Sistema Solar.
¿Conoces a Peggy, la nueva luna de Saturno?

El descubrimiento de Peggy
Las primeras señales de la existencia de esta luna fueron tomadas por la cámara estrecha de la sonda espacial Cassini el 15 de abril de 2013. Básicamente, estas imágenes mostraban alteraciones en el borde del llamado Anillo A de Saturno, el más exterior de los grandes anillos del planeta.
Una de las perturbaciones en el anillo era un arco aproximadamente un 20% más brillante que sus alrededores y con una longitud de unos 1200 kilómetros de largo y 10 de ancho. Esto y otras protuberancias, según los astrónomos, solo podían ser causadas por los efectos gravitacionales de un objeto cercano.
Luego de muchos meses de recopilación de datos y análisis de los mismos, se ha llegado a la conclusión de que se trata de un descubrimiento insólito: la primera documentación del proceso de formación de un nuevo satélite de Saturno, al que se ha nombrado Peggy.

¿Cómo es Peggy?
Peggy es un objeto tan pequeño que aún es imposible de captar en imágenes. Se estima que tiene apenas un kilómetro y medio de diámetro y está compuesto íntegramente de hielo, el mismo que compone los espectaculares anillos de Saturno y algo que también ocurre en otros satélites del planeta.
Según los científicos, teniendo en cuenta estos y otros muchos datos, todo parece indicar que estamos siendo testigos del nacimiento de esta pequeña luna, aunque parece que este proceso no avanzará mucho más y Peggy pudiera quedarse así de pequeña o comenzar un proceso de desintegración.
Según ellos, esto ocurre porque los anillos de Saturno, la fuente de materia para este cuerpo, están demasiado agotados como para hacer lunas masivas como Titán o Encelado, que se formaron en una época en que el sistema de anillos era mucho más denso y capaz de dar material suficiente para el crecimiento de estas.

La importancia de este descubrimiento
Este descubrimiento, según la NASA, tiene gran importancia ya que permitirá comprender mucho mejor el proceso de formación de las lunas heladas de Saturno, el planeta que más satélites de estas características presenta hasta donde conocemos. Por otro lado, se podrán hacer analogías entre este proceso y la formación de los planetas en el sistema solar, aunque en este caso el centro gravitacional sería una estrella, el Sol.
El momento clave para conocer más acerca de Peggy será hacia finales del 2016, cuando se espera que la sonda Cassini se mueva más cerca del borde exterior del Anillo A, momento en que incluso podría ser posible que se tome la primera imagen de la pequeña luna de hielo. ¡Los amantes de la astronomía ya estamos esperando ese momento!
¿Sabrías decir cuales son todas las lunas de Saturno?









