Cada vez son más los casos de inundaciones en diferentes puntos del país. Pocas zonas escapan a este fenómeno y el calentamiento global sigue pasando factura tras décadas de contaminación y descuido del medio ambiente.
¿Cómo se podrían frenar las inundaciones en Argentina?

Pero la naturaleza no es la única responsable. Es cierto que las lluvias son cada vez más intensas pero la acción humana -o la falta de ella- es aún más culpable que los cambios climáticos, que por supuesto, también se dan como consecuencia de nuestros propios actos.
Durante años se ignoraron los efectos que las decisiones de las personas podrían ejercer sobre la naturaleza. Hoy son de público conocimiento, y es hora de tomar cartas en el asunto.
A los factores ambientales, geográficos y meteorológicos, hay que sumar entonces el crecimiento urbano descontrolado, la falta de mantenimiento de sistema del desagüe pluvial, el desmonte y las obras que dificultan el drenaje entre muchos otros problemas.

¿Cómo podemos ayudar?
En primer lugar, es importante reconocer quiénes tienen la responsabilidad de detener las inundaciones. Los funcionarios públicos son quienes tienen el poder de iniciar obras de mantenimiento, de controlar el desarrollo urbano, la deforestación y las plantaciones, entre muchas otras medidas que pueden contribuir a evitar desastres de este tipo.
La deforestación una de las principales causas de las inundaciones el país y Greenpeace advirtió que la industria agropecuaria e inmobiliaria tienen un enorme grado de responsabilidad, ya que desde fines de 2007 hasta hoy, se deforestaron 2,4 millones de hectáreas, de las cuales 750 mil eran de bosques protegidos.
"Los bosques y selvas, además de concentrar biodiversidad considerable, juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones", explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.

Una ley que podría ayudar
La Ley de Bosques 26.331 fue aprobada en el año 2007 y reglamentada en el 2009, pero aún no se ha hecho efectiva su implementación.
Le medida establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos y de los servicios ambientales que brindan a la sociedad; y la necesidad de proceder a su reglamentación, por lo cual es una medida urgente que debería regir en la actualidad.
La situación forestal argentina es gravísima: solo entre enero y junio del 2017, se talaron 47 mil hectáreas de bosques nativos y la deforestación diaria está descontrolada, razón por la cual diversas ONG ambientalistas le reclaman al gobierno nacional una correcta implementación de la ley, compromiso con el medio ambiente y la existencia de una ley penal para sancionar a los productores responsables de la tala ilegal.
Lo cierto es que las inundaciones en Argentina se dan por una serie de motivos que se deben atacar de a uno. Cumplir con las leyes ambientales, realizar obras que ayuden a canalizar el exceso de agua, controlar el crecimiento urbano y regular la industria arquitectónica y el agro son algunas de las tantas medidas a tomar para comenzar -de una vez por todas- a controlar las inundaciones en el país.
Mientras tanto, solo seguiremos sumando pérdidas humanas, sociales, sentimentales y materiales que no recuperaremos más.
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