Un estudio publicado por la NASA reveló algunos de los riesgos a los que se podrían exponer los astronautas durante viajes prolongados.
Astronautas enfrentan grave enfermedad en viajes espaciales prolongados

La exploración del espacio es uno de los retos más grandes del ser humano. Y, quizá porque no es sencillo lograrlo, hay quienes invierten su vida entera en prepararse para ir al espacio.

Ponerse un casco, un traje espacial y subir a un cohete es uno de los sueños más recurrentes de los niños, pero se requiere un largo camino para lograrlo.
A pesar de lo fascinante que suena abandonar el planeta Tierra y conocer el Universo, hay costos y riesgos que ponen en vilo la salud de los astronautas.

Un grupo de investigadores de la NASA descubrió que el flujo sanguíneo de los tripulantes espaciales puede invertirse durante viajes prolongados.
11 astronautas viajaron a la Estación Espacial Internacional como parte de un estudio y, al cabo de 50 días, 6 de ellos tenían el flujo sanguíneo estancado e incluso invertido en la vena yugular interna. Otro de los astronautas desarrolló una trombosis en la vena.

Dicha vena es una "vía primaria" del sistema sanguíneo y es el camino que sigue la sangre para llegar al cerebro, la cara y el cuello; si se tapa o bloquea, podría parar todo el sistema (o sea, te mueres).
Los responsables de la investigación consideraron preocupante el alto número de astronautas que presentó anomalías en el flujo de sangre.

De acuerdo con los autores, a pesar del riesgo es necesario realizar más estudios de este tipo para determinar las posibles amenazas en el cuerpo que podrían causar los viajes largos.
Con miras en visitar Marte, los científicos argumentan que los ambientes de ingravidez pueden tener consecuencias todavía desconocidas en la sangre e incluso podrían presentarse casos fatales.

En 2018, una investigación rusa encontró que la radiación en Marte podría reducir la esperanza de vida de los astronautas que visiten el planeta rojo.
Un vuelo prolongado de tres años en un periodo de máxima intensidad solar podría reducir hasta dos años y medio la vida de los tripulantes.

La investigación fue hecha a partir de una simulación de una nave espacial esférica impulsada por un motor nuclear y un propulsor de combustible líquido diseñada para un vuelo de ida y vuelta a Marte, con duración total de misión de dos años.
La solución a este problema, dicen los investigadores rusos, es dormir en sacos de dormir rellenos de agua en gel y partículas de plástico con el fin de reducir los niveles de radiación absorbidos por los cosmonautas.

El tomar agua mineral también podría ayudar a combatir la radiación en ese tipo de viajes; sin embargo, para el problema sanguíneo todavía no encuentran una solución.
De momento, el viaje a Marte todavía no es una realidad; pero, como ha ocurrido con los avances científicos, es sólo cuestión de tiempo.
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