La reina Isabel II recorrió el mundo entero a lo largo de sus 92 años de vida, tanto como princesa como durante su reinado. Pese a haber tenido una agenda llena de viajes, para ella, viajar no es asunto simple entre tanto protocolo, tradiciones y necesidades específicas. Algunas costumbres importantes pueden parecer excéntricas, pero tienen una razón de ser. Te contamos cuáles son las más llamativas.
Así viaja la reina Isabel: con una bolsa de sangre, tres mudas de ropa y...


Llevar un traje negro

El 6 de febrero de 1952, mientras la entonces princesa Isabel y su marido se encontraban de gira, la ahora soberana se enteró del fallecimiento de su padre Jorge VI y regresó de inmediato a su país, pero con un problema: no llevaba con ella ropa negra.
Para poder descender del avión, tuvieron que llevarle un traje negro ya que estaba de luto, por lo que tuvo que cambiarse a bordo de la aeronave. Desde entonces no viaja sin un traje negro, una obligación que ahora deben cumplir todos los miembros de la familia real para no repetir ese episodio desagradable.
Bolsas con su propia sangre

Una transfusión sanguínea salva vidas y la salud de la reina Isabel II es prioridad, tanto que la soberana viaja con bolsas de su propia sangre en caso de requerir una transfusión mientras está fuera de Londres.
No solo Isabel II lleva consigo bolsas de sangre, el príncipe Felipe de Edimburgo hace lo mismo. Además, siempre viaja con su médico privado que la sigue de cerca con equipamiento que incluye, además de estetoscopio y medidor de presión, un desfibrilador portátil entre otras herramientas dignas de sala de emergencias.
Tres cambios de ropa por día

La reina de Inglaterra siempre debe lucir elegante, no importa el momento del día o el lugar en que esté, por ello siempre lleva al menos tres cambios de ropa por jornada. ¿Cómo saber qué llevar? Semanas antes del viaje, su sastre personal visita los lugares a los que la soberana irá para hacerse una idea del vestuario necesario, el cual siempre es de colores llamativos para que la gente la pueda identificar fácilmente.
No lleva pasaporte

El ítem que un viajero nunca debe olvidar es su pasaporte, eso a menos que seas la reina de Inglaterra. Isabel II no tiene pasaporte ni necesita este tipo de documento para viajar fuera de su país o entrar a otras naciones. Si bien no tiene pasaporte, sí lleva consigo una tarjeta identificadora con ciertos datos claves necesarios para los servicios de inmigración de los países anfitriones, aunque probablemente sale espléndida en la foto.
Cuidado con el ajo

Todas las personas tienen sus propios gustos a la hora de comer, pero cuando la reina Isabel II viaja, los chefs anfitriones deben seguir ciertas reglas a la hora de cocinar para ella, como dejar fuera ciertos ingredientes. Entre los elementos prohibidos por la reina están: ajo o condimentos fuertes para evitar el mal aliento y cualquier tipo de mariscos , ya que presentan peligro de provocar intoxicaciones o enfermedades estomacales.
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Nunca viaja con el príncipe Carlos

Hay que cuidar el futuro de la Monarquía, por lo que el fallecimiento de la reina y su sucesor de forma simultánea sería un desastre. Por eso la reina Isabel II y el príncipe Carlos jamás viajan en el mismo avión o incluso tren.
La idea es proteger la sucesión en caso de accidentes mortales. Lo mismo se aplica si es que los príncipes Carlos y Guillermo tuviesen que dirigirse al mismo sitio. Guillermo, sin embargo, rompió esa regla, con permiso de su abuela, durante las giras que realizó con su esposa e hijos en los últimos años, por lo que ha compartido el mismo avión con sus herederos.
La reina Isabel II tiene una vida nada parecida a la de los simples normales y sus hábitos de viaje lo prueban, con costumbres que al parecer funcionan bien, no por nada es la monarca más longeva de la historia.







