En esta escuela no hay salones rosas ni sillas azules. No hay un baúl con el rótulo “juguetes para niñas” ni un closet que diga “ropa de niños”. Tampoco hay un armario lleno de muñecas y, del otro lado de la habitación, un estante con carritos. Aquí todo es de todo y para todos, sin importar si se trata de un o una estudiante.
Así es la educación en el primer kinder ‘sin género’ de Estocolmo

Se trata de Nicolaigarden, una escuela de nivel preescolar ubicada en Estocolmo, la capital de Suecia, y que tiene como objetivo educar a sus alumnos sin seguir ningún estereotipo de género.
¿Por qué existe este tipo de escuela?
El método de enseñanza de este kinder obedece a los esfuerzos del país europeo por lograr la igualdad de género, la cual está respaldada por su sistema educativo y por el Programa Académico Nacional Para la Educación Preescolar que data de 1998. Dicho programa ha invertido millones de dólares en fomentar la equidad entre hombres y mujeres a partir de la educación básica.
Por supuesto, no es la única medida que Suecia ha implementado para combatir la desigualdad entre hombres y mujeres. Los programas y políticas se extienden a casas, oficinas y escuelas. Sin embargo, en fechas recientes está poniendo especial atención en el tipo de instrucción que los niños menores de 5 años reciben en las escuelas.
“Que cada uno sea lo que quiera ser”
En Nicolaigarden no se impone nada a nadie. En los salones, pintados con colores neutros y decorados con muebles que no hacen alusión a un género en específico, hay carteles en donde se puede leer la frase « Låt var och en vara vad han vill vara» ( «Que cada uno sea lo que quiere ser»).
Los niños y las niñas juegan con los objetos que prefieran y desarrollan los roles que más les llaman la atención. Una pequeña puede jugar a construir edificios, mientras un chiquillo acurruca a una muñeca y le da su mamila.

Pero también puede ser alrevés, los niños pueden jugar a desempeñar aquellas actividades que están catalogadas como masculinas (futbol, manejara un auto, ser policía, entre otros) y las niñas pueden explorar con las prácticas que la sociedad ha dado por etiquetar como femeninas (bailar ballet, ser estilista, cocinar, etc.).
Además, los profesores (50% de ellos hombres y el otro 50% mujeres) utilizan un lenguaje considerado neutral e inclusivo, pues evitan los pronombres hon (él) y han (ella) y en su lugar emplean el pronombre personal neutro hen (ellos). Para referirse a los padres no dicen ‘madre’ ( mor) o ‘padre’ ( far), simplemente ‘progenitor’ o ‘progenitores’.
En la página web del colegio se asegura que tiene una filosofía incluyente, por lo que en su descripción se puede leer: «Nicolairgarden tiene como objetivo ser un preescolar donde cada niño siempre sienta seguridad, alegría y un deseo de aprender y desarrollar muchas expresiones ricas, donde todos se sientan involucrados y donde el aprendizaje sea para toda la vida. Nuestro lema es ‘Respeto, Responsabilidad y Profesionalismo'».
En el sitio también se explica cómo es el método de trabajo para fomentar la igualdad de género. «Decimos ‘amigos’ o el nombre del grupo al que pertenecen para referirnos a ellos, o utilizamos el nombre propio de cada uno para referirnos a ellos, en lugar de decir ‘los chicos’ o ‘las niñas’».

Las autoridades del plantel describen que como parte de la educación de los pequeños estudiantes se les anima a ser versátiles en la elección de juegos, temas, amigos, lugares y materiales. «No asumimos que los niños o adultos son de cierto modo basados en su género, edad, origen o elección de ropa. Por ejemplo, no asumimos que las niñas son tranquilas, dulces y cariñosas, mientras que los muchachos son salvajes, traviesos y bulliciosos. Todo el mundo tiene derecho a sus propias emociones y expresiones», se detalla en la página web.
Finalmente, los profesores explican que todos los juguetes, libros y materiales creativos que se les proporcionan a los niños en Nicolairgarden presentan una gran variedad de papeles, juegos, fantasías y actividades sin hacer una división de género. No hay roles específicos para niños o para niñas (como príncipes y princesas), cada quien puede elegir el que más le guste, sin tener que cumplir con los estereotipos.
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