Por debajo de la superficie de los mares, fuera de nuestra vista, el calentamiento global y el cambio climático están gestando un replanteamiento de la vida animal y humana. Míralo en estos 7 breves capítulos.
7 razones por las que el cambio climático está gestando una nueva revolución

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7. Los más afectados serán los países tropicales
La zona intertropical, la franja sobre el globo terráqueo entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio, es la región más soleada del planeta y la que más calor recibe. En el continente americano, abarca, aproximadamente, la mitad sur de México, Centroamérica y el Caribe, y Suramérica, excluyendo casi totalmente a Argentina y Chile. En África, a los países subsaharianos, excluyendo al cono sur africano donde están Sudáfrica y otras pequeñas naciones. En Asia, la zona intertropical cubre la mitad de India y la península indochina, y en Oceanía, el norte de Australia y una multitud de islas. Esta zona se está haciendo inhóspita para muchas especies por un mar cada vez más caliente.

6. A los flujos migratorios marinos también les gusta el norte
La gente de Latinoamérica, África y Asia que emigra hacia Norteamérica y Europa Occidental no lo hace porque no soporte el calor del trópico; va en busca de un mejor modo de ganarse la vida o sencillamente a vivir en libertad. A los peces sí se les hace pesado el calor del agua y como debajo del mar no hay puestos fronterizos, se marchan libremente en busca de un hábitat más llevadero.
Dependiendo de dónde estén, van al norte o al sur. En cierto modo, es como si el océano estuviera haciendo una justicia no solicitada. Ya que las regiones del norte reciben cada vez más inmigrantes, el mar envía más especies animales como compensación, ¿ se quedarán alarmantemente despoblados los mares del trópico? Depende del crecimiento del calor; muchas especies ya están más pendientes de sus termómetros orgánicos que de disfrutar la vida.
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5. Los peces también tienen costumbres
Uno de los principales problemas que acarrea la inmigración en la vida diaria de los países receptores es acostumbrarse a convivir con personas de distintas costumbres. Poco se habla de que a los peces y otros organismos marinos les está pasando lo mismo.
En su desplazamiento hacia el norte o hacia el sur, en busca de aguas más frescas, las especies que emigran deben enfrentar la hostilidad de los residentes que no desean compartir su territorio. Como en la vida entre humanos, también pueden darse abusos a la inversa. Si una especie se cambia de hábitat de manera masiva, son los anfitriones los que sufren los excesos de los invitados.

4. De las zonas templadas hacia los polos
También las aguas templadas se están calentando un poco y las especies migran en dirección a zonas más cercanas a los polos. Es lo que está ocurriendo, por ejemplo, con el bacalao. Sin duda, el bacalao a la vizcaína seguirá siendo un plato estrella de la cocina vasca, pero habrá que ir a buscar al principal ingrediente cada vez más hacia el norte.
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3. Cambio de dieta obligado
Los osos polares están comiendo delfines, una pitanza que hubieran rechazado horrorizados hace solo unos pocos años. Pero si no hay focas en el lugar al que tienen que ir obligados en busca de alimento, algo hay que comer. Resultado: un inesperado depredador para los simpáticos delfines.
Nadar es más lento y cansa más que correr. Los osos polares estaban acostumbrados a hacer excursiones hacia el sur, caminando. Ahora tienen que nadar distancias que antes correteaban, por el derretimiento de los hielos a consecuencia del calentamiento global. Como consecuencia, terminan más cansados y hambrientos, con menos comida a disposición.
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2. Caladeros móviles
La naturaleza organizó los grandes caladeros sin atender a requerimientos de políticas fronterizas. Pescadores de varios países pueden compartir esos grandes espacios de pesca, respetando las cuotas asignadas a cada quien. Pero los caladeros existen gracias a los peces. Si las especies marinas se desplazan, los límites de los caladeros también habría que moverlos. Uno de los problemas es que nada asegura que la mudanza animal sea a la casa del lado; podría ser a otra calle o incluso a otra ciudad.
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1. Países más ricos, países más pobres
Muchas de las riquezas naturales están confinadas dentro de las fronteras de las naciones. Petróleo en Arabia Saudita y en Venezuela, esmeraldas en Colombia, diamantes en Rusia y el Congo. Tienen una característica: son riquezas que se están bastante quietas en sus sitios. Hasta antes del problema del cambio climático, la riqueza de los mares también era estable y cada país sabía con lo que contaba. Si el capital oceánico cobra una movilidad comparable al de los especuladores financieros ¿llegarán algunos países a ser significativamente más ricos por su patrimonio marino?
¿Ese cambio de localización de una parte importante del yantar tendrá consecuencias geopolíticas? ¿El calentamiento global estará gestando por debajo del mar una nueva OPEP, no del petróleo sino del pescado?
Buenas preguntas para un futuro no muy lejano.
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