¿Quién nunca escuchó hablar de cosas extrañas e inusuales que hacían (y hacen) algunas mujeres para mantenerse hermosas? Seguramente te acuerdas de uno u otro, pero te dejamos una lista de 10 trucos de belleza demasiado antiguos, extraños y asquerosos para imaginar hasta qué punto habremos llegado en esa constante cobranza de lucir bellas...
10 trucos de belleza demasiado extremos, ¡y que ya dejamos en el pasado! ¿O no?
Por:Univision
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Los trucos de belleza más excéntricos de la historia
#1 Dejar que los peces muerdan los pies
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La icioterapia, o terapia de peces, se realiza colocando los pies en una pecera con Garra Rufa, una especie de peces que segrega la enzima dithranol, con propiedades rejuvenecedoras. Estos pequeños peces son capaces de succionar las células muertas, lo que deja la piel más tersa al limpiarla y regenerarla.
Los Garra Rufa son originarios de Turquía y empezaron a adquirir fama en 1963. Se cree que además de suavizar la piel, ayudan a mejorar la circulación y relajarse. Por otro lado, se advierte sobre el peligro de infecciones provocadas por microbaterias y por la falta de asepsia de los lugares que ofrecen este tratamiento.
Una de las precauciones que hay que tener es que los peces utilizados sean verdaderos Garra Rufa, ya que algunos centros usan una especie similar de origen chino, conocida como Chin-chin, pero con dientes, y que pueden lastimar a quien se somete a la práctica.
#2 Aplicarse caca de pájaro en la cara
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Muy común en Japón, la popó de pájaro es utilizada desde el siglo XVII, principalmente por geishas y actores kabuki. Se utiliza únicamente excremento de ruiseñor, al que se le ha comprobado poseer una enzima que permite la exfoliación de la piel sin aportar sustancias o bacterias nocivas.
El tratamiento no debe hacerse por cualquier persona, ya que su efectividad depende de la combinación precisa de los ingredientes. La aplicación inicia con un poco de vapor en la cara para suavizar la piel y abrir los poros; luego, se coloca la mezcla facial; para después de 5 minutos retirar con espuma limpiadora y toallas calientes impregnadas con esencias.
Se finaliza con la aplicación de una mascarilla de colágeno de té verde, proceso que puede repetirse una vez al mes para potenciar los resultados.
#3 Manteca en las pelucas
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La moda en los años 1.700 era tener el cabello tan alto como se pudiera. Básicamente el look de Marge Simpson era la onda. Para lograrlo, las mujeres se ponían tremendas pelucas pesadísimas, con peinados muy altos. Y para mantener los cabellos en su lugar, no había fijador ni gel como hoy día, por lo que las estilistas de pelucas recurrían a la manteca animal.
Y para lograr su agradable color blanco las cubrían con plomo. Estas pelucas no se lavaban todos los días, o más bien, nunca. Como podrás imaginar, esas cabelleras no solo eran un festín para los piojos, sino también para las ratas. Así era que, por las noches, las pelucas debían de ser guardadas en jaulas antirratas.
#4 Caca de cocodrilo en la cara
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Los antiguos griegos y romanos pensaron que el estiércol de cocodrilo tenía propiedades embellecedoras y restauradoras. Se lo mezclaban con barro para usar en tratamientos faciales antienvejecimiento o en baños relajantes. Las heces eran utilizadas reducidas a polvo como base para la creación de pinturas y maquillajes, con el fin de cubrir las imperfecciones del rostro y crear ilusión de piel pálida, sobre todo en personas de alto rango social.
Un ejemplo clásico es el de la Reina Isabel l, cuyo maquillaje a base de estiércol marcó toda una época desde Europa hasta el Medio Oriente. Por otro lado, es cierto que los baños de lodo siguen siendo populares hoy en día: afirman que mejoran la tez, alivian dolores articulares y musculares y eliminan las toxinas del cuerpo... Pero con excrementos de un reptil suena bastante raro...
#5 Labial de cochinillas
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En el siglo XIX, el lápiz labial rojo era fabricado con carmín, el cuál era extraído de los abdómenes molidos de las cochinillas ( Dactylopius coccus), insectos parásitos fitófagos (que comen hojas y plantas), habitantes de los cactus en México y otras partes de Latinoamérica.
El pigmento obtenido del insecto era mezclado luego con aluminio o sales de calcio. No venía en un tubo, sino que se aplicaba con una brocha.
#6 Baba de caracol
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La baba de caracol era empleada por los antiguos griegos para el cuidado de la piel y para tratar la inflamación. Se trata de un fluido pegajoso que producen los caracoles para protegerse a sí mismos cuando hay peligro.
Se volvió muy popular para todo en la cultura coreana: desde mascarillas hasta sueros. Ahora, los mercados americanos están cautivados por esta locura de belleza. Incluso celebridades como Drew Barrymore y Katie Holmes alaban los beneficios de las crema con baba de caracol.
#7 Comer tenias y solitaria para adelgazar
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Los romanos y los griegos ya hacían dietas, igual que ahora, por cuestiones de salud y forma física. Pero fue en la época victoriana cuando realmente empezaron a tener éxito las dietas rápidas como las de nuestros días. Normalmente se ingerían huevos de lombriz solitaria, a menudo en píldoras, bajo el argumento de que éstas llegarían a la madurez en los intestinos y absorberían la comida.
Dicha práctica causaba rápida pérdida de peso, diarrea y vómitos. Una vez que la persona alcanzaba su peso ideal, podría entonces recurrir a una pastilla antiparásitos para deshacerse de las lombrices, aunque expulsar los parásitos causaba a menudo fuertes dolores y complicaciones rectales y abdominales. Nada recomendable, ¿verdad?.
#8 Semen de toro
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Una de las propiedades del esperma de toro es que favorece el crecimiento del cabello, lo fortalece y le proporciona más brillo y sedosidad, debido a la cantidad de proteínas que posee. Su aplicación consiste en hacer una mascarilla para el pelo a base de este semen y de raíz Katera, un vegetal también rico en proteínas.
Por otra parte, el semen de toro es uno de los ingredientes añadidos a los cosméticos antienvejecimiento. Al igual que el tratamiento del cabello, que se mezcla con la planta Katera. Esto hace que sean muy ricos en proteínas, que es un ingrediente deseable en ese tipo de cremas. Croacia y Japón también comercializan productos que contienen esperma de toro, pero no lo llaman por su nombre natural.
#9 Gárgaras de orina
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Hay quienes defienden que la orina es el mejor producto blanqueador para los dientes. Está libre de químicos, es eficiente y no cuesta casi nada. Desde la época de los romanos, la gente ha usado su orina para blanquear los dientes. El amoniaco está incluido en una gran cantidad de productos de limpieza, tanto como un agente antibacteriano, como uno de blanqueo.
Por eso, la orina ha sido considerada extremadamente útil, ya que contiene urea (NH2) 2CO. Se trata de un suavizante popular de la piel, utilizado para matar las bacterias. Blanquear los dientes o generar un agente antibacteriano significaba orinar en un frasco y dejar que se condensara.
#10 Baño de sangre
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Erzsébet Báthory quedó conocida en la historia como la Condesa Sangrienta, por su supuesta afición a secuestrar y torturar a doncellas vírgenes, cuya sangre la bebía y utilizaba para bañarse y conservar la eterna juventud. Al menos eso testificaron quienes siguieron el juicio contra ella en unos tiempos convulsos.
Se dice que Isabel (traducción de su nombre al español) quería mantenerse bella y joven para siempre a los 44 años, que en aquella época era casi la tercera edad. La Condesa Sangrienta pensaba que la fuente para obtener la eterna juventud era la sangre de las mujeres jóvenes a las que torturaba, según los rumores que circularon.
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