Los hermanos acompañan nuestra infancia y nos ayudan de esta manera

Existen cosas que son imposibles de lograr si no tenemos un hermano o hermana y que le dan rumbo a nuestra vida adulta. Sin ellos la vida sería otra.

Tengo una hermana a la que adoro, no sé qué haría sin ella. Por fortuna nos llevamos siempre muy bien aunque de pequeñas tuvimos nuestros encontronazos, pues como todos los chicos, queríamos lo que la otra tenía; pero eran peleas normales, que tiene cualquiera en la infancia. 

La verdad es que la diferencia de edad no se notó nunca, porque nos llevamos solo cuatro años. Yo soy la mayor y siempre sentí un instinto protector hacia ella, que ahora lo noto en mis hijas también, se cuidan mucho entre ellas y sobre todo, se aman incondicionalmente.

Nos enseñan a compartir

Tener un hermano es compartir todo. Desde mamá y papá hasta la ropa, los juguetes y el cuarto. Esto nos enseña a evitar el egoísmo y a ser solidarios con el otro.

Si bien a veces nos costaba prestarle ese juguete tan preciado, terminábamos cediendo y eso en la adultez se nota, ¡y mucho!

Nos enseñan a ser leales

Cuando una de las dos hacíamos lío, la otra nunca iba a contárselo a mamá. Era como un pacto de hermanas que nos enseñó que la lealtad es lo más importante.

Nos dan su apoyo

Creo que más de una vez mi madre nos retó por algo que nosotras, en nuestra mente, pensábamos que era injusto. Pues bien, esto hizo que cuando algo así sucedía, una consolaba a la otra. Por eso yo siempre sentí que podía contar con mi hermana en cualquier momento y que en las buenas y en las malas iba a estar conmigo.

Nunca estaremos solos

Los hermanos son los parientes más importantes. Desde pequeñas mi madre nos aleccionaba y nos decía que teníamos que estar siempre juntas para que nada ni nadie nos hiciera daño... Por fortuna hasta el día de hoy lo cumplimos y no dejamos que venga nadie foráneo a hacernos daño. Ella siempre está para defenderme y yo igual.

Si eres unido con tus hermanos siempre tendrás un aliado y alguien con quien contar hasta en las peores circunstancias.

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Nunca dejes de frecuentar a tus hermanos, son una de las partes más importantes de la familia. Si por razones de trabajo están lejos, con los adelantos tecnológicos que hay hoy en día no tienes excusa para seguir conectado.