Llevarte bien con tu suegra es posible haciendo esto (Al menos lo intentas)

Para muchas mujeres  llevarse bien con la madre de su pareja es un verdadero sacrificio. Y aunque lo intenten, la mayoría de las veces la mala relación termina afectando de forma negativa a la pareja.

Tu caso puede ser la excepción, ¡puedes llevarte bien con tu suegra! Bájate del ring de lucha con estos tips. 

Evita los temas conflictivos

Una vez que comienzas a conocer a tu suegra, tienes que darte cuenta de que hay opiniones, puntos de vista e incluso actitudes que no podrás cambiar. Así es que no te mortifiques, ¡ni lo intentes!

Lo mejor es aceptarla tal y como es. Por ejemplo, si ya sabes que su opinión con respecto a cómo has decorado tu casa difiere bastante de la tuya, entonces ¿para qué entrar otra vez en el tema? Evítalo para encontrar la paz.

Repite encuentros

Cuando algo o alguien tiene presencia frecuente en nuestras vidas le tomamos cierto cariño o apego (algo que es posible darse cuenta cuando falta). Por eso, para llevarte bien con tu suegra tienes que ser (y permitir que sea) una visita constante.

Acéptate para ser aceptada

Cuando no estamos convencidos de lo que hacemos o de aquello en que creemos los demás se dan cuenta, lo perciben. Y es ese punto donde tu suegra encuentra algo que te fastidia.

Si tú por ejemplo, haces la limpieza profunda de la casa una vez a la semana porque estás convencida de que es lo mejor para tu hogar, puedes estar tranquila de que tu suegra dejará de criticarte siempre que  no dejes lugar a dudas.

Respira profundo

Antes de un encuentro o de atender el teléfono será mejor que respires profundo y practiques una sonrisa aunque no tengas motivo para hacerlo. Esta comprobado que reír aunque sea fingido tiene efectos positivos sobre nuestras emociones, tanto así que te preparará para que estés predispuesta anímicamente a la hora de hablar con tu suegra.

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No juzgues, mejor comprende

Si tienes niños puede que te moleste lo que suele llamarse “mal crianza por parte de los abuelos”; en este sentido y sobre todo si has tenido la posibilidad de disfrutar de este vínculo durante tu niñez, lo mejor es que lo recuerdes para que también dejes ser abuela a tu suegra.

Las cosas que los abuelos hacen (aunque a veces no sean las más saludables o apropiadas y siempre que no lastimen de algún modo a los niños), son memorables para el resto de nuestras vidas,  no le quites el privilegio de que así sea.

La próxima vez que vayas al encuentro con tu suegra respira hondo y recuerda estos tips. 

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