¿Le exigimos demasiado a nuestras parejas? Así es como puedes saberlo

La idea del amor romántico nos hizo pensar en la falsa creencia de que debemos encontrar a un ser que nos «complemente», que sea nuestro mejor amigo, compañero, un buen padre o madre, socio, compañero de cuarto, etc.

Suena como mucho para pedírselo a un solo ser humano, pero así hemos estado buscando a nuestras parejas hasta el momento. ¿Estamos exigiendo demasiado?

Hay demasiado alrededor de las relaciones

En mi opinión, el hecho de que hoy sepamos tanto acerca de las relaciones y podamos evitar ciertos percances es una forma de prevención colectiva de desastres emocionales. Pero, a su vez, esta paranoia general pone expectativas muy variadas en la cabeza de cada quien y a veces pueden ser demasiadas o muy exageradas.

Si bien es importante tener claras nuestras expectativas antes de comenzar una relación, en general podemos estarle exigiendo demasiado a nuestras parejas. No solo tenemos nuestras expectativas personales, que pueden ser físicas, psicológicas, económicas o emocionales. A esto se le suma que la pareja debe representar un ser que sea capaz de compaginar con nosotros en cada aspecto de nuestras vidas, y la verdad es que esto puede ser demasiado para cualquier ser humano.

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¿Cómo saber si exigimos demasiado?

Además de conocer muy bien nuestras exigencias, es importante conversar con nuestra pareja acerca de ellas. No hay nada de malo en querer cosas buenas y excelentes de una relación, pero hay que darnos cuenta cuando nuestras expectativas son muy irreales o, por el contrario, son muy bajas.

Hay mujeres que buscan un hombre muy educado y adinerado que sea capaz de encargarse de la economía del hogar para que ellas sean madres o para que estén a la par de su carrera exitosa. Sin embargo, también habría que evaluar el nivel en el que pedimos estas cosas, porque podemos encontrarlas y menospreciarlas por nunca estar satisfechos. Por otro lado, no hacemos nada al conseguir a la persona «ideal», pero que nos maltrata o encierra en una relación tóxica.

Debemos hacer un buen análisis de nosotros mismos y lo que buscamos en una pareja para no encontrarnos con malos ratos, pero tampoco dejar pasar las buenas oportunidades. Incluso la etapa de la relación puede traer diferentes expectativas: hay parejas que tienen años juntos y que luego al casarse se separan debido a que «no eran lo que esperaban».

Exigirle demasiado a nuestras parejas es lo que puede estar llevándonos a relaciones que no funcionan una y otra vez. Hay que pensar en cosas posiblemente humanas y acordes a nosotros mismos.

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