Moda
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Melania Trump y sus looks más arriesgados (cuando a nadie le importaba cómo vestía)
Antes de que Donald Trump se aventurara a la presidencia, la modelo era simplemente la esposa de un millonario que no tenía que encajar en los estrechos códigos de vestido de una aspirante a Primera Dama, ni asumir responsabilidades morales y políticas con su vestido.

Esta vaporosa blusa de corte imperio color fucsia habría levantado quizás más comentarios que los que generó la blusa, también fucsia, conocida como 'pussy-bow' que usó el domingo en la noche en el debate. Pero para entonces, en 2005, ella no era más que la prometida de Donald Trump y así se podía asistir a un desfile de Marc Jacobs sin que nadie se sonrojara.
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Llevar un tono fucsia en el debate político del domingo fue un acto muy arriesgado, porque después de que su marido estuviera en el ojo del huracán por sus comentarios sobre las mujeres, con este color llamativo Melania parecía invocar la atención de todos. Lo que pasa es que ella siempre fue una mujer que se sintió cómoda con la atención como lo demostró con este vestido de seda rosado que usó en una gala en 2005.
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Los colores vivos, la seda, los brillantes y los escotes era el decálogo de estilo que marcaba las elecciones para las alfombras rojas a las que Melania era invitada.
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Melania Trump con su porte de modelo siempre ha alardeado de un bello cuerpo y eso hizo que muchas veces apostara por 'sleep dresses', o lo que es lo mismo, vestidos tipo camisolas de dormir con corsés que afinaban su cintura y profundos escotes. Hoy en día, este sería más que un atrevimiento.
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Cuando el repudio a las pieles naturales usadas en abrigos apenas empezaba a conquistar el mundo Melania Trump lucía bella y extravagante enfundada en un caro abrigo cuando aún no era más que la novia de Trump y su vestir no tenía que mostrar ningún tipo de compromiso político.
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Quien le haya seguido la pista recientemente al estilo de Melania Trump notará que los escotes en forma de triángulo, tan predominantes en su armario hace unos años, han dado paso a vestidos mucho más recatados, de cuellos redondos o tipo bandeja que están lejos de esa sensualidad tan suya en otras épocas.
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Su look también ha devenido en uno más formal, recatado y básico. Lejos de los abrigos extraños, de los estampados y las pieles que la acompañaron durante décadas, Melania ahora luce trajes de un solo color con gabardinas neutras y zapatos nude.
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Hace una década, más que asistir a mítines políticos y tensos debates presidenciales Melania era invitada fiel a los eventos de moda. Así, con un vestido de encaje tipo 'gown' de corte debajo del busto asistió al 'Night Of Stars'.
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Con las aventuras políticas de su marido, su clóset ha sufrido un profundo remezón. Melania se ha despedido de vaporosas y ligeras blusas de extraños escotes tan comunes en sus elecciones pasadas y ha elegido un estilo más ejecutivo de ropa con mucha más estructura, calidad y peso.
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