8 formas en que la moda arruina nuestro cuerpo y qué hacer para contrarrestarlo

Cuando te vistes por la mañana o vas de shopping, probablemente lo último que piensas es cómo afecta tu salud el outfit que estás por ponerte. El estilo, verte bien y combinar perfecto son de las primeras cosas que uno piensa. No obstante, existen diversas prendas y accesorios que pueden dañar tu cuerpo. Y no, no sólo hablamos de los tacones altos.

Skinny jeans

Muchas amamos este tipo de jeans. Nos ajustan y moldean nuestras piernas de manera divina. Nuestras pompis se encuentran contenidas y levantaditas. Son un must y un básico en nuestro clóset.

A diferencia de los boyfriend o los mom jeans, que son mucho más holgados, justo el estilo de los skinny jeans es ajustarse a cada curva de nuestro cuerpo. Si lo piensas bien, esto realmente no es tan bueno para tu cuerpo.

Entrepierna, cadera, piernas, pantorrilla y tobillos se encuentran abrazados por nuestros jeans favoritos. Esta rigidez alrededor de tu cuerpo puede causar entumecimiento y hormigueo en las piernas.

La tensión que te provoca en la cintura, la cual muchas veces nos ayuda a mantener todo "en su lugar", ha sido relacionada con el reflujo, pues es una presión constante en tu estómago.

Los jeans demasiado ajustados pueden provocar una condición llamada síndrome compartimental. Demasiada presión disminuye la irrigación sanguínea, lo cual priva a los músculos y los nervios de los nutrientes necesarios.

En general, los skinny jeans demasiado ajustados pueden causarte mala circulación, venas dilatadas, digestión lenta, reflujo, entumecimiento y dolor en los muslos.

Un estudio en el Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry mostró el caso de una mujer que experimentó cierto daño nervioso, el cual le provocó un grave entumecimiento en las piernas, después de ocupar durante un periodo prolongado este tipo de pantalones.

Por supuesto, esto no quiere decir que tires todos tus skinny jeans y no vuelvas a comprarte pantalones de este estilo. Simplemente varia más tus outfits, para no ocupar diariamente estos ajustados jeans.

Ropa interior

Ocupar tanga se ha convertido en una de las opciones más populares, en cuestión de ropa interior femenina. A muchas mujeres las hace sentir sensuales y les evita preocuparse por las líneas que se marcan con prendas íntimas de mayor tamaño. Además, para muchas chicas son realmente cómodas.

Sabemos que la idea de ponerse "calzones de abuelita" no es una opción que nos convenza mucho. Sin embargo, es importante saber que existen riesgos para la salud asociados con el uso de ropa interior que apenas y te cubre.

Si eres una persona propensa a las infecciones urinarias o vaginales, usar tanga puede ser un factor importante para que esos problemas de salud se desarrollen más rápido o, en caso de ya tener una, dificulten el proceso de recuperación.

La parte posterior de esta ropa íntima está en contacto con la parte trasera de tu cuerpo. El movimiento o tu nivel de actividad física puede provocar que esta prenda se deslice un poco hacia delante y así transferir bacterias a tu vagina o uretra.

Este tipo de lencería puede causar irritación en tu zona íntima. Así como algunos bra o collares te causan molestias por la constante fricción con tu piel, vestir tanga ocasiona lo mismo.

Para las personas que sufren o han sufrido hemorroides, esta prenda puede inflamarlas e irritarlas más. Sólo piensa que esta ropa interior está en constante fricción justo con esa zona de tu cuerpo.

Si eres propensa a las infecciones, lo mejor que puedes hacer es ocupar este tipo de prendas con menos frecuencia. Úsalas solo cuando tu outfit lo amerite: vestido, falta o pantalón ajustado a veces lo requiere. Pero en tu día a día, procura ocupar ropa íntima de mayor cobertura.

En caso de que no quieras desistir de esta sensual prenda, asegúrate de tener una buena higiene en tu zona íntima.

Además, es importante que cualquier tipo de ropa interior que ocupes, sea tanga, cheeky o calzones de cobertura completa, sean de algodón.

Las telas sintéticas no dejan respirar a tu piel. Esto favorece la humedad en tu zona íntima, lo cual, a la larga, puede causar la aparición de infecciones bacterianas o de hongos.

Joyería pesada

Algunos outfits requieren que tu collar, aretes, pulseras o anillos sean grandes y extravagantes, para estar on point con tu estilo. Además, sabemos que existen muchos modelos bastante excéntricos que a muchas nos pueden cautivar.

Sin embargo, la joyería demasiado pesada puede traer consecuencias negativas a tu salud. Los aretes grandes y pesados estiran o incluso pueden desgarrar los lóbulos de tus orejas. Tal vez te suene exagerado, pero piensa que este tipo de accesorios están varias horas sobre tu cuerpo.

El lóbulo de la oreja se alarga y adelgaza debido al peso y, en última instancia, puede romperse. Este desgarre puede ocurrir por el gran tamaño del accesorio.

Los aretes y la gravedad estiran la delgada piel del lóbulo de la oreja. En los mejores casos, es decir donde no hay desgarre, el pequeño circulito perforado puede convertirse hasta en un óvalo.

Por otro lado, al ser bastante grandes, estos pueden atorarse en alguna prenda y lastimarte. Incluso los bebés curiosos pueden ser los causantes de que el lóbulo de tu oreja se vea afectado.

En el caso de los collares pesados, éstos ejercen una presión y tensión considerable en tu cuello, espalda y pecho. Tal vez no lo notes al principio, pero el uso prolongado de estos accesorios sí puede afectar gradualmente tu salud.

Yoga pants / Leggins

Los yoga pants y los leggins son de las prendas más cómodas que podemos ocupar. Es tal el confort que nos provocan, en especial los yoga pants, que ya no los utilizamos únicamente para hacer ejercicio, sino que se han convertido en una prenda común en nuestro día a día.

El problema de esta prenda surge cuando sudamos en ellos. Sí, sabemos que es algo totalmente normal si pensamos que una de las principales características de los yoga pants es que son prendas para hacer ejercicio.

No obstante, es importante tener en cuenta que cualquier tipo de humedad comprendida entre tu ropa ajustada y la piel puede provocar infecciones bacterianas o de hongos.

Estas prendas también pueden aumentar el riesgo de desarrollar una afección conocida como foliculitis: una inflamación de los folículos pilosos ocasionada por bacterias.

Puede ser complicado renunciar a este tipo de prendas ajustadas, que realmente nos hace sentir muy bien. No obstante, es mejor variar tu estilo. Algunos días viste esta prenda y otros más opta por ropa más holgada. Especialmente cuando te ejercites, para que así tu piel tenga la oportunidad de respirar.

Bolsos gigantes

El celular, la cartera, las llaves, el maquillaje, los chicles, los tampones, los lentes, el perfume, las gafas de sol, el cepillo para el cabello, los pañuelos desechables, la crema y un gran etcétera se encuentra a nuestra disposición, si ocupamos bolsos enormes.

No por nada existen diversas bromas y memes sobre lo complicado que es encontrar algo en la bolsa de una mujer. Más allá de la "broma", cargar tanto peso a diario es una acción bastante contraproducente para tu cuerpo.

Este considerable peso puede afectar tu postura y anatomía. Si siempre ocupas tu bolso de un cierto lado, tus hombros pueden estar desiguales ¡y tú ni en cuenta!

Una consecuencia menos extrema es la ligera irritación que puede aparecer en tu hombro, la cual es provocada por la cinta de tu bolso. ¿La has notado?

Lo mejor es que optes por cargar menos artículos. Es probable que varios de estos ni siquiera los ocupes en el día, pero los llevas "por si las dudas". Revisa cuáles de esos objetos son realmente esenciales.

En caso de que debes cargar con todo, así como con laptops o alguna tablet, invierte mejor en una mochila. Existen varias backpack tipo bolso que son muy bonitas y sofisticadas.

Tacones altos

Son altos y hermosos. Nos estilizan y crean looks de impacto que realmente nos encantan. Sin embargo, los tacones altos pueden ser bastante perjudiciales para la salud.

Los zapatos de tacón alto nos mantienen en una posición que no es natural para nuestro cuerpo. Para conservar el equilibrio, los músculos de la pantorrilla, la cadera y la espalda se tensan y se contraen, lo cual provoca un exceso de fatiga muscular.

La parte inferior de la espalda se empuja hacia adelante, lo que hace que las caderas y la columna pierdan su alineación natural. Asimismo, pueden causar espondilolistesis, es decir, el deslizamiento hacia adelante de una vértebra sobre otra.

El uso frecuente de tacones altos genera un exceso de presión sobre las rodillas y la planta de tus pies. La altura del tacón determina el peso que cargas. Entre más alto el tacón, más presión se genera.

Los tacones de 2.5 centímetros generan un presión de peso del 22%. Los de 5 centímetros una del 57%; mientras que los de más de 7 cm crean una presión del 76%.

Algunas acciones que puedes hacer para reducir los consecuencias negativas en tu cuerpo, es evitar ocuparlos por largos periodos de tiempo. Además, estira los músculos de tus piernas antes y después de usarlos.

Opta por tacones que no rebasen los cinco centímetros de altura. Evita los zapatos de punta o los tacones muy delgados. Además, si piensas comprar este tipo de zapatos, lo mejor es que lo hagas durante la tarde, a esa hora del día tu pie se encuentra en su estado más expandido. Así evitarás que te queden ajustados cuando empieces a usarlos.

Traje de baño

Lucir un increíble bikini o un traje de baño colorido en la playa o en la alberca, no le hace mal a nadie. El problema es cuando te metes a la alberca o al mar y te quedas con tu traje de baño húmedo todo el día.

A las bacterias les gusta crecer en lugares oscuros y húmedos, por lo que quedarte largos periodos con tu traje de baño mojado aumenta el riesgo de desarrollar una infección bacteriana, de hongos, urinaria o vaginal.

Para evitar esto, procura cambiar tu parte inferior mojada lo más pronto posible.

Waist training

Las hermanas Kardashian-Jenner popularizaron los waist training hace unos años. Después de ello, se convirtieron en una tendencia tanto en el gimnasio como en las actividades cotidianas del hogar.

Estos accesorios simulan a los corsé de los siglos XVIII y XIX. No obstante, al igual que estas antiguas prendas, el uso prolongado de los waist training puede acarrear consecuencias perjudiciales a tu salud.

Estas fajas ejercen presión sobre los órganos internos, como el hígado y el intestino. También comprimen los pulmones y dificultan la respiración.

Así como los corsé de la época victoriana, los waist training pueden afectar la alineación natural de tu columna vertebral. Si realmente eres adepta a este accesorio, reduce el tiempo que lo utilizas.

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