La ilusión de boda para la novia comienza por uno de los componentes fundamentales de su gran día: el vestido. Su elección generalmente es divertida y llena de expectativas, pero hay una serie de pasos en el proceso que podrían arruinar la experiencia.
7 cosas que nunca te dijeron sobre tu vestido de novia y DEBES saber antes de comprarlo
Por:Carol Sandoval
Antes de ir por tu vestido y sufrir cierto desencanto, conviene que estés preparada. Si el vestido que quieres será confeccionado por tu diseñadora de confianza, la mayoría de estos puntos no aplican para ti. Si acudirás a una tienda de novias convencional, prepárate:
NUNCA se verá como en las fotos del catálogo
Cuando llegues a la tienda de novias, verás miles de vestidos colgados y en maniquíes, pero no puedes echarles un vistazo de manera convencional ni inspeccionarlos como quisieras, es parte del protocolo de limpieza.
En vez de ello, las empleadas te mostrarán un catálogo para que escojas el que más te guste y lo traigan ante ti. NUNCA se va a ver como en las fotos. Independientemente de la modelo que lo luzca, no esperes que el color, el corte e incluso algunas incrustaciones sean iguales.
Tampoco vayas a decepcionarte si lo ves algo amarillento o sucio de los bordes de la falda, comprende que es sólo el de prueba. Si realmente decides quedarte con él, enviarán por uno nuevo, limpio y a tu medida.
Sabrás cuál es el indicado desde el principio
Puedes probarte 2, 4 o 30 vestidos, pero en cuanto te midas el indicado lo sabrás. Es mejor que no te pruebes más modelos una vez que encuentres el que se adapte a tus gustos y expectativas.
Muchas veces se hace una elección rebuscada y al final puede que te dejes llevar por la opinión de quienes te acompañan a probarte el vestido. Recuerda que es TÚ día y que el vestido debe cumplir solamente tus expectativas (ni siquiera las del novio. Lo más importante es que estés bella y cómoda (tu boda será un día MUY largo, tenlo en mente).
Necesitarás de MUCHA ayuda para las pruebas
En las películas vemos que las novias se prueban un vestido tras otro gracias a la magia del time lapse, en algunas cintas hasta entran solas al probador y salen viéndose como princesas para posar ante el espejo.
Hollywood te ha mentido: entre más voluminoso o largo sea el modelo necesitarás más ayuda. Es probable que tus amigas (si te acompañan), dos o hasta tres chicas de la tienda entren contigo al probador, en especial si tienes en mente probarte varios modelos ese día.
Te despeinarás, sudarás y deberás cuidar de no pisar el vestido (si lo rasgas, lo pagas), así que no seas tímida y acepta la ayuda de las chicas en la tienda, están perfectamente capacitadas y dispuestas a ayudarte.
Prepara a un par de amigas, familiares o damas de honor para que el gran día también te ayuden a ponerte el vestido y no pases por ningún contratiempo.
Compra los zapatos al mismo tiempo
Un error muy común es priorizar la compra del vestido antes que los zapatos.
Estás en tu derecho de hacerlo, pero toma en cuenta que la altura de los tacones afectará directamente la percepción general del vestido. Algunas tiendas te lo dejarán en claro, pero nunca está demás que lleves el calzado elegido desde el principio para que la bastilla tenga la altura deseada.
Se trata de que no parezca que brincarás charcos el día de tu boda o bien, que trapearás el salón al terminar la recepción. La bastilla es clave para que el vestido luzca impecable.
Vas a tener que medirte el vestido elegido muchas veces
Otro cliché de las películas es salir sonriente de la tienda de novias con una bolsita cute en una sola mano (JA, en realidad saldrás cargando una pesada bolsa con ambas manos y quizás con ayuda de otra persona).
No te llevarás el vestido enseguida, el modelo que tienen en la tienda suele ser sólo el de prueba. Cuando llegue el tuyo te lo probarán de dos a cuatro veces más.
La tienda establecerá los lapsos para hacer los arreglos necesarios en tu vestido y en cada uno te llamará para probártelo. Aquí es también donde las diseñadoras y costureras de la tienda se asegurarán de añadirle copas personalizadas al escote o de arreglar la tela en caso de que hayas bajado de peso.
Te harán firmar un contrato para no subir de peso
Muy relacionado con el punto anterior. Regularmente las tiendas de alta costura no tienen problema si bajas de peso, las diseñadoras pueden sin problema meter tela en la parte de la cintura, espalda y brazos.
No así si subes de peso, como no pueden añadir tela extra, te hacen saber esto desde el principio. Si subes de peso aún puedes comprarles el vestido, pero ellas no se harán responsables por el ajuste. Puedes arreglarlo en otro lado, pero toma en cuenta que la tela original del vestido no se conseguirá fácilmente para que el arreglo se vea disimulado.
Es un punto que causa polémica porque en realidad de nadie debería ser problema si subes de peso en una etapa de tanto estrés, desafortunadamente es inevitable en la industria de la moda aún en nuestros días. Si no quieres pasar por este controversial proceso, recomendamos acudir a una costurera de confianza para que elabore un vestido a tu gusto desde el principio.
Va a tardar MUCHO en llegar a tus manos
Imagen Getty Images
La mayoría de los productos en las tiendas de alta costura son importados. Tu vestido original estará en otro país o mínimo en otra ciudad. Su traslado hasta tus manos puede tardar de 2 a 6 meses. Esto puede generar mucho estrés, pero la mayoría de las tiendas te ofrecen un seguro de extravío o entrega tardía. Te recomendamos adquirirlo desde el principio.
Ante todo, nunca olvides que elegir el vestido es una de las mejores experiencias previas a la boda. La burocracia y el tedio para obtenerlo se te pasará en cuanto veas lo hermosa que te ves con él ¡Felicidades y buena suerte!
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