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Situaciones embarazosas que las madres debemos pasar

Una vez que nos convertimos en madres, nuestra vida cambia por completo: no volvemos a dormir, comemos a destiempo, nuestro día gira en torno a las necesidades y cuidados del bebé y pasamos lo que toda madre debe pasar; situaciones embarazosas en la que nos meten nuestros pequeños.

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Si tienes hijos entre 4 y 10 años (la edad de las preguntas interminables), seguramente has vivido varias situaciones que te hacen desear meter la cabeza en la tierra. Aunque personalmente mi hijo es muy pequeño, he vivido varios de estos escenarios con mis sobrinos, así que prepárate para saber cómo salir librada de esto y seguir disfrutando el ser madre.

Situaciones embarazosas muy comunes en madres

¿Te has preguntado cómo responder aquellos temas delicados con los hijos? Uno de los principales es sobre sexo, y debemos qué hacer cuando nos pregunten cómo se hacen los bebés. Bueno, el consejo es siempre hablar con la verdad, aunque limita tu información a lo que a ellos en verdad les sirva según su edad y duda. Por ejemplo, cuando mis sobrinos me cuestionan sobre algo lo primero que hago es preguntarles ellos qué saben del tema para partir desde ahí.

Cuando tu pequeño dice cosas o ventila información íntima en alguna reunión, seguramente no sabrás qué hacer. Lo mejor es no darle vuelo en ese momento, a veces el regañarlos en público o reírse del acontecimiento harán la situación aún más incómoda, para esto deberás hablarle en privado y explicar el alcance de sus actos.

Los berrinches en lugares públicos deben tratarse de la misma manera. He visto a muchas madres ponerse al nivel de sus hijos y jalonearse en pleno centro comercial. Hay que hacer lo contrario; habla con él, encuentra maneras de solucionar el problema de raíz; puede que esté tratando de llamar tu atención porque trabajas o se junta con otro niño berrinchudo.

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Incomodidades ajenas

Imagen Thinkstock

También hay incomodidades que como madres pasamos por parte de terceras personas, por ejemplo, siempre están aquellos que intentan más que darnos consejos indicarnos el cómo educar o atender a nuestros hijos. Si te has encontrado en esta situación, lo mejor es poner un alto desde un principio, agradece amablemente pero hazle saber a la persona que prefieres hacer las cosas a tu manera.

Cuando se es madre primeriza, es muy común recibir regaños por parte de los médicos. Sin embargo, esta situación no debe afectarte. Recuerda que por más expertos en la medicina que sean, la única que conoce las capacidades, situaciones, comportamientos y necesidades de tu hijo eres tú, así que no dejes que los médicos te intimiden; mejor úsalos como guía y siéntete segura de tus actos como madre.

Otro caso muy repetitivo es recibir quejas acerca de nuestros hijos, pero no caigas en el error de creer todo lo que te dicen, así sea para defender de más a tu pequeño o regañarlo a la primera, estos son actos que marcan la confianza de tu hijo y tu relación con él. Siempre enfrenta las situaciones con ambas versiones, tanto de quien acusa como de tu pequeño, y si merece que lo apoyes o regañes, sé firme.

Todas estas situaciones son el pan de cada día de una madre, así que no te desesperes, intenta tener paciencia y resolverlas de acuerdo a la personalidad de tus hijos.

Cuéntanos, ¿qué otras situaciones te ha tocado pasar?